J.J.M.

«Veo que viene usted bien aleccionada. Primero sepa usted que debe decir la verdad y luego se le informará de que tiene el derecho a no declarar si con ello cree perjudicar a su marido. Entonces, podrá decir eso». Así de claro se lo dejó ayer la juez Martina Rodríguez, titular del juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, a una mujer que denunció haber sido víctima de un maltrato y que nada más entrar en la sala y dirigirse al micrófono espetó que no iba a declarar.

El acusado acabó siendo absuelto en un fallo que dictó in voce la magistrada después de que el fiscal retirara la acusación por falta de prueba de cargo.

El caso en concreto se refería a un suceso que tuvo lugar en el domicilio conyugal el pasado 28 de octubre cuando, según el acusado, las relaciones se habían deteriorado hasta tal punto que la pareja iba a romperse. «Estaba muy nerviosa. No paraba de hacer llamadas a su familia en la República Dominicana y en tres días hubo un gasto de teléfono de 78 euros. Le dije que eso no podía ser y que me diera el móvil», explicó el denunciando. Añadió que finalmente le arrebató el teléfono asiéndole la muñeca y que él mismo llamó a la Guardia Civil cuando «se puso como una histérica tirando cosas por la ventana». Al llegar los agentes a la casa, se encontraron con que le hombre sangraba por la cabeza al ser arañado. «El maltrato es una cosa muy seria y yo no quise denunciar por dos bofetadas que me dio una mujer histérica», dijo el acusado.