Un conductor de nacionalidad ecuatoriana que fue detenido a las cuatro de la madrugada del pasado 22 de noviembre tras ir bebido y quedarse dormido en un semáforo se enfrenta a seis meses de cárcel después de que, según los agentes que lo descubrieron, acabara con ellos a golpes. El sospechoso, juzgado ayer en un juicio contra la seguridad del tráfico después de haber dado una tasa de 0,88 mg/l, negó la disputa con los policías y explicó que perdió brevemente el sentido porque estaba «muy cansado» tras llevar 22 horas sin dormir. Así, restó importancia a las «cinco cervezas» que se había bebido con sus amigos.

El fiscal además pidió dos años de privación de carné para el acusado, sendas mutas y que indemnizara con 1.200 euros a un agente que resultó lesionado.