La Guardia Civil de Tráfico informó en su atestado sobre las circunstancias que influyeron en este suceso.

El juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa tiene previsto juzgar a un residente marroquí que en un accidente de circulación mató a un joven de 17 años al arrollar la moto en la que iba tras invadir el carril contrario en una curva. El suceso tuvo lugar el pasado 15 de junio en la carretera de Cala Llonga y el acusado, que estaba pendiente de expulsión del país por encontrarse en situación ilegal, iba al volante de un BMW 316, propiedad de una amiga que carecía del preceptivo seguro obligatorio.

El fiscal pide tres años de cárcel y otros seis de inhabilitación al entender que dicha persona cometió un presunto delito de homicidio imprudente al valorar, además, otras circunstancias que concurrieron en el accidente. El atestado policial recogió también que el coche entró en la curva donde se produjo la colisión a una «velocidad anormalmente alta», según el escrito del ministerio público. Asimismo, se establece que la familia del fallecido tiene derecho a una indemnización que supera los 94.000 euros.

La causa debía haber quedado ayer vista para sentencia pero, sin embargo, se tuvo que suspender por distintos motivos procesales, entre ellos la ausencia de citación formal para varios de los testigos propuestos por las partes. La Delegación del Gobierno había decretado la expulsión del acusado el 23 de noviembre de 2005. Sin embargo, éste se hallaba en Eivissa el 15 de junio de este año cuando en la noche del 15 de junio de este año conducía el citado BMW acompañado de una amiga.

En el kilómetro 11 de la carretera de Cala Llonga, en un tramo de visibilidad reducida, con vegetación y cuya velocidad está limitada a 50 km/h, tuvo lugar el siniestro cuando eran algo más de las nueve de la noche. El BMW en el que iba el acusado invadió el carril contrario, separado además del otro sentido de circulación por una línea continua, y se estrelló frontalmente contra el ciclomotor en el que se desplazaba Alejandro Torres. La víctima no tuvo opción alguna. Su cuerpo salió despedido y se estrelló contra una señal. Las graves lesiones que padeció como consecuencia del impacto le produjeron la muerte en el acto.