El conductor apresado por la Guardia Civil de Tráfico el pasado 23 de octubre después de que se recibieran múltiples llamadas en el destacamento de Eivissa que alertaban de la peligrosidad con la que acostumbraba a conducir un hombre que transitaba la carretera de Eivissa a Sant Josep a primera hora de la mañana no podrá ponerse al frente de un volante o una moto durante un año y medio. Si incurre en algún nuevo delito, además, puede acabar en la cárcel ya que ayer también fue condenado a un año de prisión, pena que quedó en suspenso por su falta de antecedentes.
Esta fue la decisión que adoptó ayer la responsable del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, Clara Ramírez de Arellano, después de que el sospechoso, un joven rumano residente en Eivissa identificado como C.S.T., compareciera ante su presencia para ser juzgado. El acusado, en un principio, se enfrentaba a dos años de prisión y a otros seis de retirada de carné después de que el fiscal hubiera presentado contra él cargos por conducción temeraria. Ayer, sin embargo, un acuerdo entre el representante del ministerio público y la defensa de C.S.T. permitió resolver la causa con una sentencia de conformidad después de que el fiscal se aviniera a formalizar su acusación por sólo un delito contra la seguridad del tráfico, tipificado con penas menores. El residente rumano, que reconoció llevar una semana por la carretera de Sant Josep «pisando el acelerador», fue capturado después de que Tráfico, con un coche camuflado, le interceptara en Can Bellotera y le siguiera. Los agentes de esta dotación vieron cómo el sospechoso realizaba tres adelantamientos peligrosos y lograron que parara su coche tras perseguirle con luces y megafonía. Al parecer, dijo que llevaba tarde a trabajar.
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