Un británico que trabajaba como portero en un bar del West End de Sant Antoni ha salido airoso de los cargos que pesaban sobre él como sospechoso de haber dejado malherido e inconsciente a un compatriota en una pelea que tuvo lugar el verano pasado y en el que la víctima fue encontrada desvanecida en un gran charco de sangre.

El sospechoso, acusado de un delito de lesiones y quien se enfrentaba a una condena de un año de prisión, ha sido absuelto por el juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa después de que el afectado no se presentara a declarar en el juicio y no se reunieran más pruebas incriminatorias contra él. Según los datos recogidos en su día, el turista cayó al suelo después de que recibiera un puñetazo en la cara en el transcurso de un tumulto.