El Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa ha anulado el juicio en el que se enfrentan el residente británico Robert P.A. y el actor Micky Molina Tejedor, que se celebró el pasado julio, y lo ha elevado a la Audiencia Provincial. De esta forma se cumple la petición del abogado del británico, Jaime Roig Riera, que reclamó la suspensión del juicio de julio porque la pena de prisión solicitada por la abogada del actor debe ser juzgada por una instancia superior, en este caso la Audiencia Provincial. La representante de Molina reclama una pena de cinco años de cárcel por delitos de lesiones, coacciones, amenazas y omisión del deber de socorro.

En un principio, la jueza del Juzgado de lo Penal número 1, Clara Ramírez de Arellano, dejó visto para sentencia el caso el pasado 16 de julio. Entonces, Molina declaró: «No dio tiempo a nada. [El británico] salió histérico, muy pedo o puesto de pastillas. Vi una punta de flecha. Chorreaba sangre y sólo pude huí atemorizado hasta que nos estrellamos». Entonces el actor pudo por fin declarar para dirimir el suceso, ocurrido hace ahora casi cuatro años y que, en palabras del actor, «estuvo a punto de costarle la vida al recibir un corte junto al cuello y luego otro en una mano».

La causa ya había sufrido varios aplazamientos. El actor también se enfrenta al pago de una multa de 7.000 euros y los desperfectos producidos en el coche de un conductor británico al que Molina acusa de haberle apuñalado y de perseguirle desde Eivissa hasta Jesús después de que el residente extranjero presuntamente realizara un adelantamiento peligroso y él se lo recriminara.

La abogada de Molina, por su parte, pide cinco años de cárcel por delitos de lesiones, coacciones, amenazas y omisión del deber de socorro para Robert P.A.

La abogada del artista también requirió indemnizaciones que en su conjunto superan los 14.000 euros. Según Molina, ahora tiene «pánico» a conducir y las secuelas que le han quedado en un dedo le impiden tocar la guitarra, el clarinete y el piano. El actor aseguró que, precisamente por este incidente, fue necesario que otro actor le doblara cuando se rodaba una escena final de piano en una película, «Sinfonía de ilegales», en la que él era el protagonista.

Hace cuatro años

El percance tuvo lugar en la rotonda de Juan XXIII en agosto de 2004. Molina iba con su novia de entonces cuando se bajó de su coche y se produjo la discusión. Robert P.A. aseguró, por contra, que él no hizo nada y que se vio embestido dos veces por detrás «por un conductor que no iba bien». Manifestó que dicha persona rompió luego a sus pies una botella de cristal y que se vio obligado a seguirle para poder anotar su matrícula.

«Vi su aspecto de gitano y dije, ¡uf!», comentó para luego aclarar que no era "racista" y que en su mano «sólo llevaba entonces unas gafas de sol». Todo ello acabó junto a un barranco en Jesús después de que el actor se desviara por un camino y se estrellara.