Un joven magrebí tuvo que sentarse en el banquillo ante la titular del juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, la magistrada Martina Rodríguez, como supuesto responsable de las lesiones que sufrió un hombre de nacionalidad británica, portero de un bar de copas de Sant Antoni y persona que resultó herida con un cristal en una trifulca. En su escrito de acusación, el fiscal pedía una condena de tres años de cárcel y 1.050 euros de indemnización.

El incidente tuvo lugar el pasado 3 de octubre después de que el acusado se acercara a un grupo de chicas que había en un bar, momento en el que, según su propio testimonio, se le abalanzaron varios turistas ingleses que le obligaron a salir del establecimiento. En pleno altercado, un portero de un local colindante se aproximó al lugar del altercado al ver que en él también había implicados otros porteros del bar vecino. «Puse la mano para evitar un ataque y entonces me cortó», dijo la víctima en el juicio. El sospechoso, por su parte, afirmó haber actuado en defensa propia.