La explosión retumbó en toda la zona centro de Sant Antoni; fue tan violenta que la puerta del garaje salió proyectada contra la pared de enfrente. Foto: GERMÁN G. LAMA

Tres personas, padre, madre e hija, fallecieron ayer a consecuencia de una explosión ocurrida en el garaje de su casa, el edificio de dos plantas del número 2 de la calle Gaudí de Sant Antoni, en cuya parte de atrás viven otros familiares. Nadie más resultó herido. Al parecer, sólo ellos estaban en el inmueble cuando se produjo la explosión, tan violenta que proyectó la gran puerta metálica del garaje contra la pared de enfrente. Dos de los fallecidos estaban dentro del coche y el tercero, fuera. Todo indica que fue una botella de butano lo que causó la explosión. Otras tres bombonas no explotaron.

La pareja, formada por un hombre de 77 años y su esposa, de 73, pertenecía a una conocida familia de Sant Antoni que hace unos años sufrió la pérdida de otro miembro, una hija que murió ahogada. Anoche todo eran suposiciones en cuanto a las causas de la explosión. Ni siquiera fue posible identificar los cuerpos. La hija fallecida ayer, de 35 años, tenía el síndrome de Down.

Espectación

Los bomberos del Consell d'Eivissa, avisados por el 112, entraron en el garaje y encontraron, entre el humo y los destrozos, los cuerpos dentro del coche y las tres botellas de butano. Todo indica que el gas causó la explosión, ya que apenas se generaron llamas. La explosión no afectó a la estructura del edificio, informó el 112, aunque sí causó grandes daños materiales en las partes del inmueble más próximas al garaje. El fuerte ruido retumbó en toda la población y numerosos vecinos se acercaron al lugar.

También acudieron ambulancias del 061, que tuvieron que dejar paso a los vehículos de pompas fúnebres. Además de los bomberos llegaron dotaciones de la Policía Local de Sant Antoni y de la Guardia Civil y voluntarios de protección civil que se encargaron de desviar el tráfico.

En la zona se encontraba como representación del Consistorio de Sant Antoni el concejal de Gobernación de Sant Antoni, José Ramon Serra Pilot y el de Infraestructuras, Joan Panteloni. El capitán de la Guardia Civil de Eivissa, Rafael Rosique, también llegó a la zona de la explosión.

Los comentarios generales eran de estupefacción.