La titular del juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, la juez Martina Rodríguez, ha absuelto a un empresario de Sant Antoni que se vio implicado en un altercado con un cliente de su bar y que terminó siendo denunciado después de que éste considerara que había sido «apaleado». La juez establece que tal paliza no sólo no existió sino que, además, el puñetazo que el denunciante recibió en la cara fue un acto en «legítima defensa» que éste llevó a cabo cuando en un acto reflejo sintió como su cliente le lanzaba otro golpe y después de que dicha persona se presentara en el lugar «no precisamente en son de paz».

Pendiente

Se da la circunstancia de que el denunciante está pendiente de conocer otra sentencia de la Audiencia Provincial por un grave delito de narcotráfico del que se le acusa en compañía de otra persona. El suceso tuvo lugar el pasado 3 de agosto de 2006 en un bar de la calle Ramón y Cajal de Sant Antoni. En el fallo se recoge que el denunciante entró «bebido» y con «actitud chulesca y desafiante» en dicho bar sabiendo que la familia de propietario y la suya estaban «enemistadas» por un conflicto civil por el que pleitean en los juzgados. Fue entonces, según recoge como probado dicha sentencia, cuando el dueño de la cafetería pidió a dicha persona que abandonara el local porque «no era bien recibido». «A ello respondió el denunciante que se tomaría todas las cervezas que quisiera y que estaba allí porque quería».

Ambas personas salieron a la calle después de que el denunciante así lo exigiera. «El acusado abrió los brazos en actitud de obstaculizar la entrada, momento en el que el denunciante le atacó».