La Audiencia Provincial dejó ayer vista para sentencia la causa contra el obrero de nacionalidad brasileña residente en Sant Ferran, ahora preso, que ha tenido que sentarse en el banquillo durante dos días como supuesto responsable de una red que desde Formentera traía a ilegales a esta isla como si fueran turistas. El fiscal, al concluir el juicio, mantuvo la petición de siete años de cárcel para el único detenido.

El tribunal, ante el elevado número de testigos que había en la causa, se vio obligado anteayer a continuar durante el día de hoy la vista oral. Siete de ellos, entre ellas un matrimonio, figuran como personas a las que supuestamente se amenazaba si no pagaban los importes que adeudaban. Un afectado pereció asesinado en Brasil.