La Policía ha desarticulado una banda dedicada al tráfico internacional de cocaína a gran escala y se ha incautado de más de 90 kilos de cocaína oculta en el interior de vigas, capiteles y muebles de madera tropical que habían sido transportados en contenedores desde Bolivia. La droga se encontraba en el puerto de Valencia a la espera de ser trasladada finalmente a la isla de Mallorca.

En la operación han sido detenidas nueve personas, en las provincias de Jaén, Córdoba, Madrid y en la ciudad de Palma de Mallorca y se ha desmantelado un laboratorio clandestino que la organización tenía en la localidad cordobesa de Posadas en donde se procesaba la droga. La investigaciones comenzaron cuando se detectó la llegada de importantes partidas de droga a Mallorca tanto por vía aérea como marítima.

En Palma

Todo apuntaba a que uno de los detenidos, Manuel N.D., propietario de varios establecimientos de artesanía y empresario de la construcción, afincado en la localidad balear de Sa Coma, podía estar utilizando su actividad empresarial como tapadera para la introducción de estupefacientes en la isla.

Los agentes detectaron múltiples contactos de esta persona con otros individuos vinculados al mundo de la droga, algunos de ellos relacionados con cárteles colombianos, tanto afincados en Palma, como en la península, y en distintos países sudamericanos, como Colombia y Bolivia a los que el investigado viajaba con frecuencia.

El detenido había importado varios contenedores, procedentes de Bolivia, y mostraba gran interés en conseguir un testaferro, propietario o administrador de una sociedad «limpia» y que tuviera una cierta actividad mercantil, para que figurara como importadora de la carga. Entre abril y septiembre, el arrestado llegó a importar hasta tres contenedores procedentes de Bolivia.