Tras cinco días de vista en Palma, los magistrados de la Audiencia Provincial dejaron ayer visto para sentencia el juicio por el tiroteo que se registró el 1 de agosto de 2006 en Sant Antoni entre dos presuntas bandas de pequeños narcotraficantes que se enfrentaron a balazos supuestamente por el control del tráfico de drogas en los lugares de ocio nocturno de la bahía de Portmany. Ayer, una vez tomada declaración a acusados y testigos, el fiscal presentó una modificación en su escrito de acusación, de forma que reduce sustancialmente las peticiones de prisión para los acusados.

Uno de los principales acusados, el marroquí Younes A. se enfrentaba el pasado lunes a 29 años de prisión, pero tras la modificación del escrito del Ministerio Público, la petición de pena se ha quedado en 17 años y medio, además de un multa de 6.500 euros. A otro de los protagonistas, el británico Shaun Francis W., el fiscal le pedía en principio 20 años de prisión, al igual que a su compatriota Kevin John P. Finalmente, tras la modificación de sus conclusiones, el fiscal pide al primero de estos dos ocho años y medio de prisión, y al segundo tres años, la misma pena que al también británico Cristian Pierre S. Al marroquí Mohamed A. se le piden ahora cuatro años y a su compatriota Bilal B., cuatro años y medio.

Lo que no ha variado el fiscal son su idea de lo ocurrido. Sigue pensando que los pasajeros de dos vehículos, un Seat León en el que iban los marroquíes y un todoterreno BMW en el que iban los británicos, se enzarzaron a tiros. Shaun Francis W. recibió dos tiros en la espalda y dos turistas de Irlanda del Norte que casualmente pasaban por el lugar también recibieron sendos disparos. A uno la bala tan sólo le rozó, pero al otro le entró por la mejilla. Tuvo la suerte de que el proyectil no tocó órganos vitales.