El secretario local de la Confederación Española de Policía, Carlos Muñoz, consideró ayer que el desprendimiento la pasada madrugada de una parte del techo de la oficina de reclamaciones situada en la Comisaría de Eivissa «se ha producido por imprudencia e incluso ha entrañado riesgos para usuarios y personal». No hubo heridos.

Así se expresó Muñoz tras conocer el derrumbe de un falso techo, cubierto de uralita, que desde hace varios días presentaba desperfectos «que hacían prever estos hechos». El policía, además, apuntó que las grietas fueron supervisadas por el Comisario Jefe y la directora insular de la Administración General del Estado. La zona no se acordonó entonces, según agregó el secretario local del sindicato, «para no alertar a los usuarios de esta oficina, a los que podría haber caído en la cabeza de haberse producido los hechos sólo unas horas más tarde», recordó.

Sin embargo, la actuación mínima «exigible» hubiera sido demarcar el lugar, según Muñoz, «cuyo suceso es sólo una muestra de lo que nos va a pasar», concretó.

En estos momentos se ha cerrado la oficina, ya que presenta «un agujero importante» y se ha traslado de manera provisional a otro punto de la Comisaría.

Según Muñoz, se trata «de un problema más» de una infraestructura que, recordó, ha sido calificada de «ruina» y de «la peor de España» por expertos en riesgos laborales y donde sus máximos responsables «continúan sin hacer nada».