Los dos coches quedaron muy dañados tras producirse una colisión frontal entre ambos a la salida de un tramo curvo. Fotos: PAULA PALOMARES

Una mujer ibicenca de 36 años, Laura C.B., fue operada ayer tarde a vida o muerte en la Policlínica de Nuestra Señora del Rosario como consecuencia de las graves lesiones que sufrió en una colisión frontal que se registró sobre las tres de la tarde en la carretera de sa Caleta. La víctima, conductora de Peugeot 405 de color blanco y única ocupante de este turismo, circulaba en dirección al aeropuerto, lugar donde al parecer trabaja, cuando se produjo el accidente. En el otro vehículo implicado, una furgoneta Kangoo, iban otras cuatro personas. El conductor, J.D.D., resultó herido grave y los otros tres ocupantes, heridos leves. Sólo dos de ellos son españoles.

Las emergencias sanitarias del 061 pudieron atender inmediatamente a los heridos pese a que en un principio se temió que hubiera dos personas atrapadas en los vehículos siniestrados. De hecho, el 112 movilizó a los bomberos pero éstos no tuvieron que asistir a los afectados al ser posible su evacuación sin necesidad de excarcelar a nadie.

La evacuación de Laura C.B. fue posible después de que el 061 lograra estabilizar a la paciente. Algunas fuentes señalaron que dicha persona pudo ser reanimada de una parada cardiorrespiratoria cuando ya se temía por su vida. La paciente ingresó en la Policlínica con una hemorragia intracraneal masiva, diversas fracturas faciales, rotura de pelvis hundimiento de la parrilla costal y un hemoneurotórax bilateral masivo. Al cierre de esta edición, la paciente era intervenida quirúrgicamente. La Guardia Civil de Tráfico investigaba las circunstancias del siniestro, ocurrido, según los primeros indicios, después de que uno de los conductores involucrados perdiera el control del volante e invadiera el carril contrario en un tramo curvo cercano al cruce de sa Caleta en el kilómetro 4,3 del camino vecinal de Cala Jondal. Los bomberos necesitaron casi dos horas para limpiar la carretera de las manchas de aceite y combustible mientras la Policía Local de Sant Josep regulaba el tráfico.