A.P.C., de 49 años y responsable de la tienda de ropa de la avenida de España donde la policía se incautó la pasada semana de más de dos kilos de cocaína, fue condenado en mayo de 2003 a cuatro años de prisión después de que un año antes de esta fecha fuera arrestado cuando desembarca en la isla con 1.100 gramos de esta misma sustancia.

La policía en una operación similar a la realizada ahora también hizo un registro en otra tienda que el acusado poseía entonces en es Viver y que, como la clausurada en esta última intervención, también se llamaba Rosalía de la Pinta. En dicho establecimiento, los agentes decomisaron 85 gramos que había escondidos entre las cajas de zapatos. El citado registro se llevó a cabo después de que A.P.C., al verse descubierto en el puerto con cien cilindros de cocaína, intentara arrojarse al mar tras arribar a la isla en un buque procedente de Barcelona. En esa ocasión, A.P.C. fue detenido con su cuñado, un hombre de nacionalidad dominicana que, junto con él, tuvo que sentarse en el banquillo ante la Audiencia Provincial para responder de un presunto delito de tráfico de drogas. Los dos acusados se enfrentaban respectivamente a ocho y seis años de cárcel pero una sentencia de conformidad permitió reducir la penas a la mitad de lo que el fiscal pedía en un principio. Ese día, A.P.C., aseguró al tribunal que estaba dispuesto a desengancharse de su grave adición. Pese a todas estas promesas, la policía lo detuvo el pasado sábado tras cuajar una nueva investigación por narcotráfico en la que también se apresó a su hijastro D.M.R.M., de 19 años y natural de la República Dominicana. En este servicio, se intervinieron, además de la cocaína, 1.600 gramos para cortar la droga.