Familiares de las víctimas lloran desconsoladamente la pérdida de sus seres queridos. Foto: REUTERS

AGENCIAS-MADRID

El pasajero envió un primer SMS en el que explicaba a su esposa que iba a intentar cambiar de avión ya que el piloto había indicado al pasaje que el aparato estaba «averiado». «Les dijo que fallaba el motor izquierdo y que no quería despegar», explicó esta persona.

Un grupo de familiares de fallecidos en el accidente aéreo de Barajas plantaron ayer tarde a los directivos de Spanair en una reunión que duró apenas 15 minutos.

Según Yurena Hernández, natural de Cáceres, y que ha perdido a dos hermanas y un sobrino en el accidente, los familiares habían sido convocados por directivos de la compañía aérea ayer tarde para recibir explicaciones sobre la caída del avión.

La reunión, que en un principio se esperaba que durase horas, se interrumpió por la repentina decisión de «salirse de la sala» de los familiares de las víctimas.

«No nos decían nada», argumentó Yurena, quien se mostraba «indignada» por el trato que ha recibido su familia por parte de la compañía y confesó que no les han comentado nada sobre las indemnizaciones.

El hijo de otra de las víctimas aseguró que su padre envió un mensaje antes del despegue en el que aseguraba que el comandante había comunicado a los pasajeros que «fallaba el motor izquierdo» y que «no quería despegar».

El intercambio de mensajes de móvil entre la víctima y su familia se produjo en el espacio de tiempo comprendido entre el primer intento de salida del avión -interrumpido a causa de una avería- y el despegue fallido que culminó en la explosión de uno de los motores.

Después de que su mujer le pidiera mediante otro mensaje que intentara descender del avión, la víctima contestó explicando que finalmente el aparato iba a despegar y ya habían cerrado las puertas. Siete minutos después se produjo el accidente, explicó el hijo del finado.

El padre de otro de los fallecidos en el siniestro afirmó que considera que la compañía Spanair se está «lavando las manos» en lo relativo al accidente. «Esta situación es vergonzosa», indicó. Este familiar realizó las declaraciones a su salida de la citada reunión y abandonó el lugar visiblemente afectado.

Fuentes de Spanair consultadas no quisieron comentar el incidente con el argumento de que no van a dar detalles de sus reuniones con familiares, pues consideran que deben ser confidenciales.

Identificados

Mientras tanto, el número de víctimas mortales identificadas hasta las 21.00 horas de ayer era de 49. Estas personas fueron identificadas a través de las huellas dactilares, método que en total podrá ser aplicado a un total de 61 cuerpos, dos más que los que se había estimado inicialmente. Las fuentes consultadas consideraron que la identificación mediante las impresiones dactilares de los otros doce cadáveres estará terminada en las próximas horas. Para el resto de las víctimas mortales, 92, será necesario practicar pruebas de ADN, para lo que los cuerpos fueron trasladados a lo largo del día de ayer desde el pabellón 6 de Ifema al tanatorio del cementerio de La Almudena.

Esperanza

Entre el dolor que supone una tragedia de esta magnitud, con 153 fallecidos, queda también un sentimiento de esperanza puesta en que los 19 heridos que permanecen internos en varios hospitales madrileños consigan salir adelante. El parte médico facilitado a media tarde por la Consejería de Sanidad informó de que dos de ellos estaban registrando una evolución favorable, cuatro seguían «muy graves», uno «grave» y tres «estables dentro de la gravedad». Además, todos los heridos habían sido identificados, después de que se conociera la identidad de la mujer de 45 años que se encuentra en estado grave y que resultó ser la madre de uno de los niños supervivientes.

En total, los 19 heridos se encuentran en seis hospitales madrileños. Seis de ellos son atendidos en La Paz, entre ellos J.P.F.G de 30 años que sufre fracturas costales y hemoneumotórax, R.M.P de 40 años que sufre quemaduras por inhalación y P.A.G.D de 40 años ingresado con fractura de fémures. Del mismo modo, está ingresada una mujer en estado muy grave, con el 45 por ciento de su cuerpo quemado, así como José Antonio Alonso de 40 años y vecino de La Fregeneda (Salamanca) con fractura de de pelvis y traumatismo torácico que se mantiene estable dentro de la gravedad.

Se trata del padre de la niña de 11 años, María Alonso, que se encuentra estable dentro de la gravedad y que padece fractura de fémur abierta. La menor fue visitada ayer por Francisco Martínez, el bombero que logró rescatarla y salvarle la vida. A su llegada al centro, Martínez explicó que la herida fue entregada a los bomberos por su madre que pidió que rescataran primero a su hija. Reconoció que la niña estaba «totalmente desorientada», no se quejaba ni hablaba a pesar del gran núemro de heridas que presentaba. En su escalofriante relato de cómo vivió el momento de la tragedia señaló que pudo sacar del amasijo de hierros a un niño que preguntaba constantemente «dónde estaba su padre y cuándo terminaba la película».

Y dentro de tanta tragedia, una buena noticia para el pequeño de 8 años que está ingresado en el hospital Niño Jesús, Jesús Alfredo Acosta, al que ayer visitó la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ya que su vida no corre peligro y se reupera favorablemente de la fractura de pierna que sufre. Además, la herida que quedaba por identificar, y que se encontraba en el Ramón y Cajal, ha resultado ser su madre, aunque ésta se encuentra en coma y con policontusiones. Su estado es muy grave. Buenas noticias también en torno al pequeño de 6 años, que ya está consciente y evoluciona favorablemente, según el parte médico.

Atención a las víctimas

Por otro lado, el Gobierno ha decidido crear una Oficina de Atención a las Víctimas del accidente, según anunció la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, tras reunirse en Moncloa el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, con los titulares de los Ministerios que trabajan en las tareas de investigación y atención a las víctimas del siniestro. También ha acordado decretar tres días de luto oficial en toda España, desde hoy hasta el domingo.