La autopsia realizada ayer al menor de nueve años que falleció esta semana en Formentera ha conformado todas las sospechas: murió por un golpe de calor.
En el análisis, realizado ayer en Pompas Fúnebres de Eivissa por el equipo de la Clínica Forense de Eivissa, no se ha encontrado ningún rastro de violencia.
El menor, que tenía síndrome de Down, se escondió el maletero de un coche porque estaba jugando con sus dos hermanos. Nadie se percató de que el pequeño se había metido en el maletero. El coche tenía una rueda pinchada y por eso nadie lo estaba utilizando, pero estaba abierto.
Su madre, ante la ausencia del menor, denunció su desaparición ante la Guardia Civil de Formentera, y fue ella misma quien encontró al pequeño dentro del maletero del vehículo unas dos horas después, ya fallecido.
Desde el primer momento se sospechó que el menor había fallecido por deshidratación o por un golpe de calor.
La familia, natural de Valencia, se encontraba de vacaciones en Formentera en una casa que les habían prestado unos amigos.
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