El juez concedió la libertad provisional para los dos jóvenes detenidos por la Guardia Civil como sospechosos de una veintena de robos en establecimientos de la isla. Uno de ellos reconoció ocho de los delitos que se le imputaban y explicó que todos ellos los había cometido en el transcurso de un mes después de que se viera necesitado de dinero ante la falta de trabajo. Esta misma persona, a su vez, exculpó al otro arrestado asegurando que dicha persona se limitaba a acompañarle mientras el perpetraba los asaltos. Al parecer, uno de estos robos se cometió con la ayuda de una moto que figuraba como sustraída y que el propio acusado devolvió para luego cobrar una recompensa. La mayor parte de los robos de los que responden los detenidos se refieren a establecimientos donde se sustrajeron pequeñas cantidades de dinero después de violentar las cerraduras de máquinas recreativas y tragaperras.

Según la investigación del instituto armado, los mismos individuos son los presuntos responsables de una serie de robos que se contabilizaron en la bahía de Portmany, Platja den Bossa y en el municipio de Santa Eulària.