Una ambulancia del 061, en una imagen de archivo, se desplaza en una emergencia por Platja den Bossa.

Las drogas siguen matando en Eivissa. Un joven de 33 años es la quinta persona que muere este verano en la isla por ingesta de estupefacientes relacionados con su consumo en zonas de ocio. La última víctima, al parecer un español natural de Canarias, pereció sobre las siete de la mañana en Platja d'en Bossa en las proximidades de un hotel cercano a la discoteca Space, establecimiento que llevaba una hora cerrado cuando, según distintas informaciones, se produjo la emergencia. El caso es especialmente grave porque el fallecido rechazó cualquier asistencia médica pese a que intentaron asistirlo tanto personal del 061 como de Cruz Roja. La víctima, identificada como J.P.F., firmó su alta voluntaria poco antes de sufrir una parada cardiorrespiratoria, pese a que se insistió en su evacuación por los graves síntomas que se le apreciaron, en principio, vinculados a la ingesta de drogas, según explicaron varias fuentes sanitarias.

El fallecimiento de dicha persona tuvo lugar poco después de las siete de la madrugada. Varias informaciones -entre ellas un comunicado de la propia dirección de la discoteca Space- corroboran que fue el vigilante de un hotel el que dio aviso al 112 al darse cuenta de que había un joven indispuesto entre el campo de fútbol sala que hay en este lugar y el hotel donde el empleado de seguridad prestaba su servicio.

La Guardia Civil se hizo posteriormente a cargo de las investigaciones judiciales que se han iniciado, y que se verán apoyados por la autopsia, para aclarar las circunstancias de esta nueva muerte. Al respecto, la discoteca Space ha puesto las grabaciones de sus cámaras de seguridad a disposición de la policía para que se pueda constatar, tal y como se afirma desde la dirección de esta empresa, que a las 6.45 estaba por completo desalojada la zona controlada por estas cámaras. «Según registran nuestras cámaras del exterior, los vigilantes del aparcamiento desalojaron a las 6.55 horas el lugar para que el público se disolviera sin ruidos e incidentes», recordaron desde la discoteca, la cual cuenta con servicios médicos propios para atender emergencias.

La anterior muerte que se ha vinculado al consumo de drogas de zonas de ocio tuvo lugar el pasado 20 de julio en unos apartamentos de Sant Antoni. La víctima fue un británico de 19 años. Sis amigos dijeron que éste había tomado siete éxtasis y mucha cocaína. El resto de casos se registraron el pasado mes de junio. El juzgado está pendiente de confirmar los resultados de los laboratorios tras muertes de un polaco, un italiano y un sudafricano, este último un multimillonario de los casinos on line.