El Ayuntamiento de Sant Antoni ha precintada el bar Can Talaias, situado en la zona de Sa Pedrera - Can Coix «por carecer de licencia de música», «incumplir los horarios de cierre» e «intentar organizar after hours». Además el Ayuntamiento, en un comunicado, alude a «denuncias de la Guardia Civil por aprensiones de sustancias supuestamente ilegales a asistentes a las fiestas o after hours denunciados».

Un portavoz municipal explicó que el principal motivo por el que el Ayuntamiento ha ordenado a la Policía Local que precinte el local son los intentos de hacer after hours. Según este portavoz, los agentes de la Policía Local han denunciado «cuatro o cinco veces» a los responsables del Can Talaias por organizar after hours. Además, añadió no respondieron «en tiempo y forma a lo que se les requería» cuando se les avisó de que habían sido denunciados.

El Ayuntamiento de Sant Antoni, dijo su portavoz, concedió a este local en al década de los años «80 una licencia de bar, pero no de bar musical» y por lo tanto, dijo «puede ordenar su precinto». Añadió que también que en este local habían intentado trabajar «como restaurante». Según el Consistorio, «una vez comprobada la incapacidad de acreditar la legalidad de la actividad y carentes de la preceptiva autorización administrativa que les ampare y resuelto el procedimiento sancionador, el Ayuntamiento ha precintado por resolución de Alcaldía el bar Can Talaias y ordenado la inmediata paralización y clausura cautelar».

Se trata del tercer local que tiene que cerrar en la presente temporada turística. Los dos cierres anteriores fueron ordenados por la Delegación del Gobierno por presunta tolerancia con el consumo de drogas por parte de los responsables de los locales.

Primero fue el DC-10 y después el Kumharas, ambos ubicados en el municipio de Sant Josep. En el caso del segundo local, el cierre se basó en el consumo de un único porro.

En cuanto a las fiestas ilegales, también perseguidas este año con más publicidad que en temporadas anteriores, continúan organizándose y celebrándose sin mayores contratiempos pese a las que han sido abortadas previamente por las autoridades.

En respuesta a los cierres y a la restricción de los horarios está prevista una manifestación en los próximos días, una protesta de la que nadie se quiere responsabilizar de forma pública.