En la imagen, un momento del simulacro que se realizó ayer en es Pouet. Foto: AINA DE GISPERT

B. MUNAR

A las siete y media de la tarde de ayer, la playa de Es Pouet de Sant Antoni se vio invadida por una quincena de socorristas que formaron parte del tercer simulacro que Cruz Roja organiza este verano en las playas de Eivissa.

A la señal del silbato, cada socorrista corrió hasta llegar al agua, para luego nadar hasta su víctima antes que se ahogara. Según explicó la coordinadora municipal de Cruz Roja, Madelina Cristóbal, los salvavidas trasladaron a la víctima a la arena donde le practicaron las técnicas de respiración cardiopulmonar con un equipo de oxigenoterapia y el desfribilador.

La segunda prueba que se realizó fue el recate de un precipitado con politraumatismos en las rocas. Este salvamento, más costoso, necesitó de dos socorristas que inmovilizaron al herido y de una lancha que luego trasladó a la víctima hasta la playa. Allí una ambulancia la atendió y acto seguido la trasladó al hospital.

La tarde continuó con una tercera y última prueba en la que se utilizó un nuevo material que las playas de Sant Antoni usan este año por primera vez, las células de vacío. Se trata de un «material muy delicado» que en caso de romperse un brazo o una pierna, los inmoviliza completamente hasta que llega la ambulancia. El municipio cuenta con dos células y según la coordinadora de playas una de ellas se dejará en cala Saladeta debido a que es una playa donde se suelen caer muchos turistas al pasar de cala Salada a cala Saladeta. Según Madelina Cristóbal, el acceso todavía no se ha arreglado, pero este año, el Ayuntamiento de Sant Antoni ha colocado un socorrista fijo en cada una de las playas para poder atender con más rapidez y eficacia en caso de caídas.

Cruz Roja destaca que pese a que «a nivel preventivo hemos realizado muchas intervenciones, sobre todo, con personas que están nadando fuera del balizado», por ahora en Sant Antoni no se ha llevado a cabo ningún rescate. Cristóbal asegura que «de momento, está siendo un verano tranquilo porque ha habido menos medusas y el mar ha estado bastante bien», afirmó.