R.S.

Fuentes de la Delegación del Gobierno confirmaron ayer la versión del propietario del Kumharas: la orden de cierre por dos meses por tolerar el consumo de sustancias estupefacientes se justifica en una única denuncia realizada por la Guardia Civil el día en que el local fue cedido a una asociación que lucha por la legalización de los derivados del cáñamo para realizar una fiesta. Desde la Delegación del Gobierno destacaron como asunto grave la publicidad de los productos del cáñamo que supuso la fiesta que se realizó en Kumharas.

Fuentes consultadas por este periódico el día de aquella fiesta la Guardia Civil levantó ocho actas. Cuatro de ellas por consumo de sustancias estupefacientes, al parecer hachís, en la zona de aparcamiento próxima al local. Otras tres actas fueron levantadas por pequeñas cantidades de hachís intervenidas a asistintes a esta fiesta y que no estaban consumiendo. La octava denuncia sí se refiere a alguien que estaba consumiendo en el interior del local. En la fiesta eran visibles muchos carteles en los que se advertía de que la prohibición expresa de consumir drogas en el interior del local.

Los responsables del local han anunciado que la decisión de la Delegación del Gobierno ha sido recurrida ante los órganos de lo contencioso administrativo, pues consideran que esta orden de cierre es «injusta, desproporcionada y que además ya está cumplida».

La semana pasada la Delegación del Gobierno ordenó por los mismos motivos el cierre de «la discoteca DC-10».