El joven fue atropellado cuando cruzaba la doble vía a la altura de Fita el pasado miércoles por la tarde.

J.M.A / J.J.M.

El joven M.P., de 21 años y nacionalidad rumana, atropellado el pasado jueves por un turismo cuando cruzaba con un saco de cemento los cuatro carriles de la avenida de Sant Joan de Vila a la altura de Fita, falleció ayer después de pasar una semana hospitalizado en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de Can Misses. Según el Ib-Salut, el joven nunca logró salir del estado crítico en el que quedó tras el atropello y finalmente ayer murió en el hospital ibicenco. Según informó el día del atropello la Policía Local de Eivissa, el joven cruzó indebidamente y el conductor del turismo, un Audi A2, no pudo evitar el golpe. Además, el conductor fue sometido a la prueba de la alcoholemia y dio negativo. Con ésta ya son ocho las muertes e carretera en las Pitiüses a lo largo de 2008. El año anterior se cerró con 13 fallecimientos.

El 7 de abril falleció el joven motorista de 20 años Sergio Aracil al chocar con un coche cuando se incorporaba a la carretera de Santa Eulària desde el cruce de los Karts, y el pasado lunes murió el también joven motorista Alejandro Torres, que iba sin casco, según el 061. Fue golpeado en la carretera que enlaza Santa Eulària y Cala Llonga por un BMW 316 que invadió el carril contrario y que se dio a la fuga junto a su acompañante. Dejaron allí el coche, que no funcionaba a consecuencia del fortísimo golpe, lo que sirvió a los agentes de la Policía Local de Santa Eulària y de la Guardia Civil para dar con él al día siguiente en la zona de Cala Pada. El conductor es un marroquí sin permiso de residencia que había comprado recientemente de segunda mano y que aún está a nombre de su dueño anterior. Iba acompañado de una menor de edad de nacionalidad alemana.

En las últimas horas el conductor del BMW fue puesto a disposición judicial. El juez de guardia ordenó su ingreso en prisión sin fianza hasta el día del juicio. Está acusado por la presunta comisión de un delito de homicidio por imprudencia y otro de omisión del deber de socorro. En su declaración dijo que notó un impacto y añadió que no pensó que había cometido atropello.