Una patrulla de agentes de la Policía Local de Sant Josep tuvo que perseguir al conductor, que dio 0,95 en la prueba del alcohol.

J.M.ALONSO

Un hombre a quien las autoridades habían retirado el carné de conducir ha sido detenido nuevamente por conducir en estado de ebriedad y dirección contraria. Multiplicó por tres la tasa de alcohol permitida y, para ser detenido, los agentes de la Policía Local de Sant Josep tuvieron que perseguirlo. El conductor, Y.F.G.N., que cuenta con antecedentes, aceptó ayer la pena que propuso el Ministerio Fiscal: cuatro años sin carné de conducir, 90 días de trabajos en beneficio de la comunidad (un castigo que desde hace unas semanas ya se puede cumplir en la isla) y una multa de 3.650 euros.

Y.F.G.N. fue arrestado la primera vez en octubre del año pasado por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas, por lo que le fue retirado el carné. Sin embargo continuó utilizando su coche para acudir a su puesto de trabajo en la zona de Cala de Bou. Ayer en el juzgado explicó que no tenía más remedio, ya que hasta la empresa donde trabaja, Panrico, en Cala de Bou, no llega el autobús. Por lo tanto ha sido acusado de nuevo, esta vez por delito contra la seguridad del tráfico y quebrantamiento de condena.

La última detención, según fuentes judiciales, se produjo cuando una patrulla de la Policía Local de Sant Josep le vio conduciendo por dirección prohibida. Los agentes le dieron el alto, pero tuvieron que perseguirle hasta obligarle a detener el vehículo. Cuando le sometieron a la prueba de la alcoholemia dio en una primera prueba 0,95 miligramos de alcohol por litro de aire expirado y 0,87 en un segundo intento. La tasa máxima permitida es 0,30 y a partir de 0,60 ya hay consecuencias penales. De hecho, al dar resultado superior a 0,60, Y.F.G.N. podría haber sido condenado a una pena de varios meses de prisión que no podría haber sido suspendida porque cuenta con antecedentes, es decir, habría acabado en prisión por este delito contra la seguridad del tráfico.