El juzgado ha dado carpetazo a una denuncia presentada el verano pasado por un turista francés de 26 años que aseguró haber sido violado por dos hermanas y un amigo de éstas, todos ellos de nacionalidad británica, después de que aceptara subir a un apartamento a tomar una copa. Los tres sospechosos fueron detenidos en el aeropuerto cuando se marchaban de la isla adelantando en varios días el final de sus vacaciones. El afectado relató a la Guardia Civil sus sospechas sobre la posibilidad de que hubiera sido forzado sexualmente después de que se despertara en una cama, tras haber ingerido mucho alcohol, con un fuerte dolor anal en la habitación número 128 de un establecimiento hotelero de la bahía de Portmany.
El cierre de este caso, sin que finalmente se haya presentado acusación formal contra los tres turistas británicos investigados, ha tenido lugar después de que, a juicio del fiscal, no hubiera ningún indicio claro que pusiera en tela de juicio la presunción de inocencia de éstos. A todo ello se sumó que el propio afectado, tras su primera declaración, no hizo más movimientos para emprender acciones legales contra los acusados ni se interesó más, bien a nivel particular o bien a través de un abogado, por impulsar la causa.
Danniele L.S y su hermana Enma, de 20 y 19 años de edad respectivamente, así como su amigo Lloyd O., de 22, reconocieron haber conocido a la víctima en la calle y, tras haber entablado amistad, invitarle a que siguiera la noche con ellos. Sin embargo, todos ellos también se defendieron de las acusaciones que había contra el grupo explicando que el denunciante se había prestado voluntariamente a participar en los distintos juegos sexuales que le propusieron. Su coartada, en cierta manera, se ha visto apoyada por las pruebas médicas ordenadas por el juez. De hecho, en primera instancia, el forense no halló graves lesiones en el denunciante que corroboraran su versión de los acontecimientos, aunque sí le apreció una hipersensibilidad anal. Otros análisis que quedaron pendientes durante la instrucción y que, al parecer, precisaban el concurso de los laboratorios, tampoco resolvieron con plena certeza que hubiera habido una violación.
Los principales cargos que se plantearon en su momento pesaban sobre todo contra la menor de las dos hermanas y su amigo Lloyd. Este último se confesó homosexual. La otra detenida en la operación, Danniele L.S., quedó en libertad provisional tras declarar en el puesto de la Benemérita de Sant Antoni tras acreditarse que no estuvo en la habitación 128 entre las cuatro y las siete de la madrugada, hora en que supuestamente se celebró la 'cama redonda'. Ésta, pese a todo, fue interrogada para aclarar su grado de participación en la 'invitación' que se realizó al denunciante y si pudo ser cómplice de lo que se consideró entonces como un posible caso de agresión sexual.
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