B. R.
la ministra de Fomento, magdalena Àlvarez, el presidente del Govern, Francesc Antich, y el presidente del Consell Insular, Xico Tarrés, iniciaron ayer el día con la intención de trasladarse hasta el buque Clara Campoamor. Pero su propósito se quedó en eso, debido a las malas condiciones meteorológicas.

Tras el intento fallido, la comitiva encabezada por Àlvarez y Antich se desplazaron hasta la playa de Talamanca para visitar la evolución de los trabajos. En la misma orilla donde el jueves había dos operarios, ayer había más de una decena. Su trabajo también se notaba. Apenas se podía ver manchas espesas, aunque sí la inevitable capa fina de combustible. Àlvarez no tuvo ningún reparo en hacer una parada en el Hostal Talamanca donde mantuvo una conversación animada con los camareros, quienes le reconocieron que la playa estaba más limpia. También le reconocieron que si cada viernes tienen medio centenar de reservas para comer sardinas a la brasa ayer iban por la veintena. «La gente puede venir aquí tranquilamente. El agua está limpia», apuntó Àlvarez, con el objetivo de animar a todos los turistas a que vuelvan a ir a la playa de Talamanca.

Tras un paseo por la zona, en el que también tuvo ocasión de hablar con los operarios que trabajaban en la orilla, se desplazó hasta Figueretes, donde la situación era un poco más pésima que la anterior. Allí anunció el sellado definitivo de la tubería y volvió a hacer un llamamiento para que la repercusión turística sea la menor posible. Allí también se percató que los operarios trabajaban sin mascarillas y así se lo transmitió al concejal de Vila, Santiago Pizarro. Tras Figueretes le tocó el turno a Platja d'en Bossa para luego dirigirse a la sede del Consell Insular donde se reunió con los empresarios turísticos de Eivissa. Un día completo.