Los precios de alquiler ya sea de pisos o habitaciones son completamente inasumibles este año en Ibiza.

TW
32

Tras la pandemia de COVID-19, uno de los principales problemas para los empresarios de Ibiza y Formentera ha sido el de la dificultad para completar las plantillas durante la temporada turística. Un problema estrechamente asociado al de la grave falta de vivienda que se sufre en ambas islas. De ahí que la temporada de 2025 genere ya preocupación. Así lo han constatado las patronales Pimeef y CAEB, desde las que se lanza el mensaje de que, si no se logra resolver el problema de la vivienda, la crisis de la falta de trabajadores irá cada vez a más.

El presidente de la Pimeef, Alfonso Rojo, ha explicado, en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, que los empresarios asociados a esta patronal «no creen que lleguen a completar las plantillas al 100%» de cara a la temporada turística. En estos momentos, «se está llamando a los fijos discontinuos y hay qué ver qué pasará con ellos». Estos trabajadores estarán plenamente incorporados a sus puestos «a mediados de abril». Y será entonces cuando los empresarios tengan ya clara la situación en la que tendrán que trabajar durante los meses de la temporada turística.

Rojo ha subrayado que el principal motivo de esta dificultad es «el problema recurrente de la vivienda». Un problema que, además, se agrava de año en año: «El precio de alquiler que pagaban en la temporada de 2024 ya será más alto en la de 2025 y puede que haya quienes decidan no venir. El panorama no es muy halagüeño. Las empresas se adaptarán, como hacen siempre, pero con dificultades».

Fue la Pimeef la primera que recomendó a sus asociados años atrás que fueran las propias empresas las que buscaran vivienda para sus trabajadores. Un hecho que ha provocado que salgan al mercado del alquiler viviendas que hasta entonces permanecían cerradas «por el miedo de los propietarios».

Esto, sin embargo, ha generado más tensión en el mercado. Algo que Rojo reconoce con cierto pesar porque tiene claro que «el problema de la vivienda es una cuestión social que afecta a todos y que es de todos».

Noticias relacionadas

Para el presidente de la Pimeef, la posibilidad de que las empresas alojen a sus propios trabajadores, como hacían los hoteles años atrás, no es la solución en estos momentos. Y es que, ha señalado, «el perfil de los trabajadores ha cambiado y no se les puede alojar en esas condiciones». De ahí que considere que es urgente «atacar el problema con realidad». «La economía sumergida y la especulación con los alquileres es lo que se ve del problema», ha añadido, «si esto se ataca con realismo, se puede arreglar. El Consell de Ibiza trabajando bien en el tema de la persecución de los alquileres ilegales, pero está claro que hacen falta más medios».

De un modo similar se ha pronunciado el delegado de la CAEB en Ibiza y Formentera, José Antonio Roselló, quien ha recordado que la falta de mano de obra se está produciendo incluso a nivel europeo. Sin embargo, ha señalado que «desde la realidad insular se vive de una manera más cruda». Roselló ha explicado que, tras la pandemia, surgió un movimiento llamado «la gran renuncia». Pero, en su opinión, la situación ahora es diferente y, en el caso de Ibiza, está totalmente condicionada a la falta de vivienda.

«No es un problema de dinero», explicó, «lo que echa atrás al personal que tradicionalmente venía a hacer la temporada es que es muy difícil encontrar una vivienda. Y este problema no está siendo abordado con realismo desde las instituciones públicas». Roselló ha responsabilizado fundamentalmente al Gobierno central, cuya Ley General de Vivienda «es muy contraproducente para que salga oferta al mercado».

El delegado de la CAEB ha señalado también que las políticas públicas relativas a la vivienda «han hecho aguas por todas partes». Y ha añadido que «no ha habido preocupación por este problema y no sea generado vivienda, que es un proceso lento». Además, «se ha entrado en una deriva muy demagógica por parte del Gobierno de España, que ha conseguido retraer a los propietarios para que no saquen vivienda al mercado de oferta de alquiler». Todo esto se ha visto agravado porque, en opinión de Roselló, desde el punto de vista urbanístico, «tampoco ha habido políticos valientes y sí mucha política ideológica que ha estrechado la disponibilidad de vivienda».

«Todo esto», ha subrayado el representante de esta patronal, «es un cocktail peligroso para nosotros y que afecta a las plantillas. Faltan enfermeras, chóferes, mecánicos, recepcionistas, camareras de pisos, camareros en general… Es una situación que afecta a los hoteles y a la oferta complementaria. En algunos casos tienen que restringir oferta de servicios porque la situación es la que es y no da más de sí. El problema tiene mala solución porque el fenómeno es general y porque las políticas públicas no contribuyen a flexibilizar las cosas para que haya más disponibilidad de vivienda».

José Antonio Roselló, finalmente, tampoco se ha mostrado partidario de que las empresas asuman la responsabilidad de ofrecer alojamiento a sus trabajadores: «No es oportuno porque la casuística de las personas es muy grande y la verdad es que sería una quimera pensar que las empresas se pueden responsabilizar de este tema. Se hace lo que se puede sí, pero es un problema de difícil solución que va a tardar en resolverse mientras las normas nacionales no sean más favorables a la seguridad del alquiler. Además, hay que seguir atacando el alquiler turístico ilegal. Pero es un proceso a largo plazo».