La ministra de Medio Ambiente, Magdalena Alvarez, visitó las zonas afectadas por el vertido de fuel. G. G. LAMA

C. CUEVAS
Una vez superados los primeros días desde el hundimiento del buque mercante Don Pedro, los esfuerzos se concentran ahora en la zona sur de Platja den Bossa, hacia donde se dirige el reguero de contaminante. Ayer se instalaron barreras absorbentes entre sa Sal Rossa y el sur de la playa para evitar de esta manera que pudiera llegar vertido al Parque Natural de ses Salines. En este sentido, el buque polivalente Clara Campoamor orienta ahora su labor en esa área. Así lo confirmó ayer la ministra de Fomento, Magdalena Àlvarez, quien también aseguró que al Parque Natural no ha llegado fuel.

Otra de las novedades del día de ayer fue el sellado total y completo del pecio que descansa a 45 metros de profundidad y a milla y media del puerto de Eivissa, incluida la tubería rota descubierta el jueves. Sin embargo, los buzos de Salvamento Marítimo -a los que se suman dos nuevos efectivos procedentes de Melilla- continuarán realizando tres inmersiones diarias hasta que se vacíen los tanques para tener la seguridad de que no habrá ningún escape y poder actuar inmediatamente si lo hubiera.

El Ayuntamiento de Sant Josep cerró ayer al baño Platja den Bossa como medida preventiva pues aunque no había llegado vertido en la arena el reguero se dirigía hacia allí. La tarde del día antes Vila ya había cerrado su tramo de playa. Sin embargo, la situación de las áreas cerradas, según explicó la ministra, he mejorado desde el jueves: «La playa de Talamanca está prácticamente limpia y los equipos están esperando que llegue el vertido para retirarlo. Podemos decir que desde el pecio hasta la playa no hay ningún tipo de contaminante. Así lo ha observado el avión de reconocimiento a las 11'30 horas de hoy [por ayer]. Por la tanto, el fuel que llegue ahora será lo que el mar vaya soltando, pero el mismo mar ya no está recibiendo contaminación del pecio». También aseguró que la playa está «en buenas condiciones, que mejoraran a medida que se recoja lo que llegue desde el mar», añadió. Lo mismo explicó en relación a ses Figueretes, que «está recibiendo lo que el mar suelta». En esta playa es donde ayer se realizaban los mayores esfuerzos de limpieza, porque «es la que más lo necesita». Sin embargo, Àlvarez no pudo precisar una fecha de apertura de las playas, «porque eso depende del tiempo y de las condiciones meteorológicas. Ahora Talamanca está limpia, pero hay que esperar a que el mar termine de soltar. Creemos que serán sólo unos días, pero no puedo precisar cuántos porque no me puedo comprometer a lo qué es la mar», explicó la ministra, quien también añadió que «en algunos sitios hay que esperar a que llegue el vertido a la playa para limpiarlo». Si el jueves la mancha ocupaba una superficie rectangular de tres millas y media de longitud y media de ancho, de la que sólo el 40 por ciento era una zona contaminada y de esta área el 15 por ciento era contaminante y el resto irisaciones, ayer las dimensiones se habían reducido a un «pequeño reguero» que se dirigía hacia el sur de Platja den Bossa. La ministra de Fomento explicó que en algunos puntos «sólo se ha visto una galleta y eso no se puede decir que sea una zona contaminada».