Los ecologistas advierten sobre los daños en las praderas de posidonia

GEN
Este grupo criticó ayer que el hundimiento del Don Pedro ha puesto de manifiesto la falta de medios. «La gravedad de los hechos pone de manifiesto la indefensión de nuestro litoral, consecuencia directa de la desidia con la que han actuado hasta ahora las instituciones, más preocupadas por las grandes obras públicas», dicen desde el GEN, donde consideran que resulta «absurdo» que sólo se hable de ampliar el puerto y no se plantee dotar a la isla de medios para hacer frente a un desastre ambiental de estas características. «Nuestra costa es altamente vulnerable a este tipo de catástrofes al encontrarse en la ruta de miles de barcos, incluyendo petroleros», insisten los ecologistas, que recuerdan que la bocana del puerto se encuentra a las puertas de una reserva natural «de altísimo valor ambiental» y confían en que los nuevos responsables políticos cambien esta actitud «irrespetuosa y casi criminal». También recuerdan que la normativa obliga a contar con medios de protección ambiental, algo de lo que no se dispone: «La totalidad de medios proceden de fuera de la comunidad o de empresas privadas». Pese a ello, una de las portavoces del GEN, Neus Prats, resaltó el gran esfuerzo que están realizando todas las personas que se han volcado para arreglar la situación. «Se está haciendo todo lo posible para que sea lo menos grave». Otro miembro del GEN, Marià Marí, estuvo gran parte del día observando los daños que está provocando el vertido y mostró su preocupación por el arrecife de pradera de posidonia de Talamanca, un elemento de gran valor ambiental: «Sería un desastre que quedase afectado». También informó de la presencia de aves petroleadas, aunque no supo precisar la cantidad de ejemplares. El GEN estudiará interponer una denuncia penal una vez haya evaluado los daños.

Oceana
El director de investigación y proyectos de la asociación Oceana, Ricardo Aguilar, llegó ayer a Eivissa a bordo del catamarán Oceana Ranger, en el que viajan doce personas entre submarinistas y técnicos del robot submarino que llevan a bordo. Los miembros de la expedición se han ofrecido a la Administración para ayudarles en las tareas, sobre todo porque cuentan con un robot. «Es un aparato muy útil a la hora de filmar el casco y ver si hay grieta», indicó Aguilar, que asegura que todavía no les han contestado al ofrecimiento. «Las manchas están llegando a playas, aunque no es como el Prestige o el Erika, porque no es un petrolero; es contaminación puntual pero importante», explicó este científico, que criticó los medios escasos. «Seguimos sin tener un buen equipo de lucha contra la contaminación marina; si el Don Pedro hubiera sido un petrolero Eivissa hubiera terminado impregnada de punta a punta», aseguró Aguilar, que confía en que la mancha oleosa no acabe en el fondo marino y contamine la posidonia y el sustrato. En cuanto a los efectos sobre los organismos marinos, el experto alertó de que ya han visto cormoranes, cangrejos y algas rojas recubiertas de fuel. «Las plantas quedarán más impregnadas y los moluscos acabarán muriendo».

Amics de la Terra
La presidenta del colectivo, Hazel Morgan, está preocupada por la pradera de posidonia de Talamanca, una de las mejores, pese a que habitualmente está «machacada» por los vertidos de la depuradora y la desaladora de Eivissa. También consideró que aunque el fuel se evapore en parte queda presente en el agua.

WWF/Adena
La asociación ecologista exigió ayer conocer las causas concretas del hundimiento para «depurar responsabilidades» y abogó por que la empresa sea la que asuma todos los costes medioambientales. Para esta asociación resulta «inexplicable» el accidente en una «zona perfectamente cartografiada». Sobre las alternativas para extraer el combustible, destacaron que el proceso «habitual» es «a reflotar» la embarcación como ocurrió en el último accidente en el puerto de Algeciras. Recordaron que «desde hace tiempo» habían calificado Eivissa como zona de «alto riesgo» por las rutas marítimas.

Ecologistas en Acción
Este colectivo advirtió de que el vertido de combustible evidencia la «importancia» de regular buques de pequeña y mediana eslora y su control. Su portavoz recalcó la importancia de que se recojan los combustibles con rapidez para evitar posibles daños ecológicos y precisó que el fuel, a pesar de tener una densidad menor que el agua -hecho éste que posibilita que flote y sea visible-, puede mezclarse con el agua de forma que restos de combustibles desciendan hasta «el medio fondo marino», un hecho preocupante.

Greenpeace
El director de Greenpeace España, Juan López de Uralde, urgió a las administraciones competentes a retirar de manera inmediata todo el fuel que continúa almacenado en los tanques del Don Pedro y señaló que hay una parte del combustible que quedará en el fondo marino y previsiblemente dañará las praderas de posidonia que pueblan el ecosistema y que se extienden desde el litoral ibicenco hasta Formentera. López explicó que el hecho de que el fuel no se vea «no quiere decir que la contaminación se reduzca a ese perímetro, ya que el gasoil es más volátil y menos visible», al tiempo que mantuvo que el impacto ambiental comenzó desde el momento en que el barco se hundió, ya que afectó a las zonas de plancton y a las aves que pueden sobrevolar el área.