Afortunadamente, la explosión no provocó heridos aunque en el momento del siniestro había tres personas en el interior de la vivienda pero en otra dependencia diferente a donde tuvo lugar la deflagración.
A consecuencia de la misma la barandilla de metal del balcón y un ventanal salieron disparados hasta acabar en la acera de enfrente (desde una altura de unos cuatro pisos, puesto que, aunque la explosión fue en un tercero, el edificio tiene un entresuelo) por donde no pasaba nadie en el momento del accidente, ocurrido sobre las tres y media de la tarde. La habitación donde se inició la explosión sufrió graves daños materiales, así como la dependencia contigua, ya que se desplomó un tabique. La explosión, que afectó a las molduras de escayola, la barandilla, el ventanal y diversos objetos personales, no dañó la estructura del edificio. Sin embargo, los vecinos, asustados, procedieron a desalojar el inmueble antes de que llegaran los organismos pertinentes, gracias a que uno de ellos es agente del Cuerpo Nacional de Policía y ayudó a los demás a salir ordenadamente del bloque. Este cuerpo fue el primero en llegar, al que siguieron dos patrullas de la Policía Local y dos dotaciones de bomberos.
Las causas de la explosión están siendo investigadas, aunque ayer mismo fue descartado que el gas hubiera tenido algo que ver. Fuentes cercanas a la investigación sugirieron que el origen de la deflagración podría estar en un spray colocado cerca de una fuente de calor como una vela. El sargento jefe de los bomberos, Miguel Sevilla, comentó a los medios de comunicación que la explosión era muy parecida a la que tuvo lugar en marzo en la avenida España, en la que una acumulación de vapores procedentes de productos de limpieza, sprays y similares provocaron una deflagración al saltar una chispa cuando se encendió la lavadora de la vivienda.
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