Unidades nocturnas de la Policía Local de Eivissa y del Cuerpo Nacional de Policía en una imagen de archivo.

Noche de locura para los retenes de guardia de la Policía Local de Eivissa y del Cuerpo Nacional de Policía (CNP). «Innumerables servicios por asuntos de tráfico, molestias por música y ruido e infracciones contra las ordenanzas municipales». Así resume el parte de la Policía Local la noche del sábado a domingo, una velada en la que los agentes del Ayuntamiento se coordinaron con los nacionales para poder atender todas las llamadas y actuaciones que se requirieron.

La gran cantidad de servicios rutinarios que se produjeron obligaron a las dotaciones a centrarse en éstos sin poder atender como es debido las patrullas de seguridad ciudadana, según reconocieron fuentes policiales.

A las quejas por molestias de vecinos y bares y altercados en la calle se sumaron ocho intervenciones por accidentes. El más significativo fue el ocurrido en ses Figueretes tras darse a la fuga un Fiat Brava que se saltó un ceda al paso y arrolló a un motorista. El conductor se bajó, comprobó que las lesiones de la víctima no eran graves y se alejó sin prestar mayor atención afectado. El presunto infractor, pese a todo, fue plenamente identificado.

La velada se cerró con una alcoholemia positiva. Un rumano de 27 años residente en Eivissa fue sorprendido por una patrulla cuando sobre las siete de la mañana circulaba haciendo eses en dirección contraria por la Avenida de España. El acusado, arrestado por la comisión de un presunto delito contra la seguridad del tráfico, no prestó resistencia. Tras ser conducido al retén municipal se confirmaron todas las sospechas después de que se le sometiera a una etilometría y el conductor arrojara tasas de 0,87 y 0,97.