Los asaltantes hicieron un granboquete para poder entrar.

GUILLERMO ROMANÍ
La Guardia Civil y la Policía Local de Formentera detuvieron ayer por la mañana a los tres presuntos responsables de un total, por el momento, de doce robos o intentos de robos acaecidos en la madrugada del martes al miércoles y otro perpetrado dos días antes. Las informaciones oficiales descartan inicialmente que fueran los responsables del intento de robo de la madrugada del día 15 a la Banca March en Sant Francesc.

Los detenidos son E.E.G.Q., ibicenco residente en Formentera, de 18 años de edad y Y.A.R., valenciano residente en Formentera, de 19 años de edad, mientras que del menor, acusado de receptación de objetos robados, no se han facilitado edad ni iniciales y fue entregado a sus padres para su custodia. Los dos detenidos permanecen en la dependencias del Cuartel de la Guardia Civil de Formentera donde se siguen practicando las diligencias oportunas para descubrir si están implicados en más robos.

La primera de las detenciones, la de E.E.G.Q., se produjo alrededor de las seis y media de la madrugada. Los dos detenidos intentaron saltarse un control policial y se dieron a la fuga por distintas calles hasta que estrellaron la moto, que había sido robada previamente, y ambos jóvenes huyeron cada uno en dirección contraria.

Según los efectivos policiales, siempre actuaron de forma coordinada Guardia Civil y Policía Local, ambos jóvenes circulaban sin casco y el pasajero llevaba en la mano el hacha con la que supuestamente habían violentado los locales. La Guardia Civil pudo reconocer a uno de los jóvenes, que cuenta con antecedentes policiales por robo con fuerza. Horas más tarde detenían a Y.A.R. en su casa.

Los robos o tentativas de robo se iniciaron aproximadamente a las tres y media de la madrugada y la detención de los presuntos autores y del menor se cerraba a las once y media de la mañana.

Los hechos ocurrieron en la sucursal de la Caixa del Pilar de la Mola en la que rompieron una gran cristalera sin entrar en la oficina, en el cajero automático de la Caixa, en es Caló de Sant Agustí, que arrancaron de la pared e intentaron, sin éxito, forzar con un cuchillo y un hacha de bombero.

Entre uno y otro intento frustrado entraron en la pizzería Acapulco donde sólo se llevaron la caja registradora con unos 200 euros. También en es Caló rompieron la puerta de acceso al Hostal Rafalet y la puerta y las ventanas de la casa adyacente en un acto que parecía vandálico más que un intento de robo. En es Ca Marí, entraron en el restaurante Barbarroja de donde sustrajeron las llaves de un rent-a-car, Moto Rent Migjorn. En este local robaron una moto y un manojo de llaves de un bloque de apartamentos en el que no llegaron a entrar. También forzaron la entrada en el restaurante Costa Azul del que se llevaron algunos objetos y practicaron un gran agujero en uno de los cristales del supermercado Ofiusa de Sant Ferran sin que pudieran acceder al interior del mismo.

En la casa del menor de edad se encontraron los objetos sustraídos dos días atrás en el restaurante Sa Platjeta en las inmediaciones de es Ca Marí, valorados en unos 2.500 euros. La cantidad final del dinero que se encontró en poder de los jóvenes no ha sido cuantificada pero según el Comandante de Puesto de la Benemérita en Formentera, que informó de todo lo sucedido junto al Jefe de la Policía Local, era una cantidad considerable. No se descarta que los presuntos autores de los robos hubieran entrado en otros establecimientos, cerrados en invierno como la mayoría de los locales asaltados sin que por el momento se tenga conocimiento.

En el operativo participaron los cuatro policías locales y los seis agentes de la Guardia Civil que actualmente están de servicio en Formentera, y los máximos responsables de ambos cuerpos destacaron la intensa colaboración para esclarecer los hechos.

Pese a la rápida actuación policial, existe entre la población una desmesurada sensación de inseguridad ya que los rumores hablan de numerosos robos, sin embargo, sólo se han producido media docena de pequeños hurtos en los que los asaltantes objetos de escaso valor.