Un ibicenco de 28 años tendrá que pagar sendas multas de 360 y 60 euros por un delito de atentado y otro de lesiones tras haber intentado quitar la porra a un policía cuando una patrulla intervenía para poner fin a una multitudinaria pelea entre jóvenes bebidos en las que se llegaron a contabilizaron hasta 35 personas que estaban, al menos, como testigos de lo que acontecía.
La responsable de la sentencia, la jueza Clara Ramírez de Arellano, titular del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, ha tenido en cuenta a la hora de dictar su fallo el estado de plena ebriedad en la que se hallaba el sospechoso. La pena de multa sustituye a una condena de tres meses de prisión.
La intervención de los agentes tuvo lugar en la madrugada del 29 de noviembre del año pasado en la calle Vicente Serra de Eivissa, cerca del retén de la Policía Local. La sentencia considera acreditado que el acusado, en compañía de otro joven, agredía a un tercer individuo, persona que sufrió contusiones en los costados, cabeza y cara y que durante el proceso no quiso reclamar por estas lesiones. «Personados en el lugar de los hechos dos agentes de la Policía Local, quienes intervinieron para detener la agresión, el acusado se enfrentó a uno de los agentes y le intentó arrebatar la defensa policial, debiendo el agente emplear la fuerza física para que el acusado soltara la defensa debido a la fuerte oposición del mismo», explica la sentencia.\132
Asimismo se reconoce que el acusado tenía sus facultades notablemente disminuidas al hallarse en estado de embriaguez». Éste afirmó en el juicio que sólo puso las manos para protegerse cuando el agente le golpeó al entrar en el tumulto. La jueza ha dado más credibilidad al testimonio de los agentes, que negaron estos extremos y que relataron cómo actuaron siguiendo todos los protocolos policiales.
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