Durante el período de tiempo que abarca el informe, uno de los delitos acabó con la muerte, en Palma, de una mujer a manos de su antigua pareja sentimental.
Durante ese tiempo, hubo 141 procesos por delito, lo que convierte a Balears en la séptima comunidad autónoma en cuanto a número de los mismos. En el partido judicial que abarca Eivissa y Formentera se procesaron 37 de los delitos.
En las Pitiüses se firmaron 58 órdenes de protección de las 231 aprobadas en Balears durante el segundo trimestre del año pasado. El perfil de las mujeres que las solicitaron no obedece a los mismos patrones a nivel autonómico que pitiuso: dos terceras partes de las denunciantes de Balears son mujeres españolas mayores de edad, la tercera parte son extranjeras, también con la edad legal cumplida. En Eivissa, en cambio, los datos se igualan y de las 58 órdenes de protección, 30 fueron a españoles, 27 a extranjeras, todas mayores de edad, y la última a una menor nacida fuera de España.
Sin embargo, los porcentajes se igualan cuando se llega al tipo de denunciados: cerca del 40 por ciento son personas con las que las víctimas mantenían una relación afectiva en el momento de interponer la denuncia.
Uno de los datos más significativos que se recogen del informe es que del total de actos de violencia contra la mujer en Balears, todos los delitos de malos tratos físicos (sesenta) y psíquicos (nueve) tipificados en el actual código penal, realizados de manera habitual, fueron denunciados en Eivissa o Formentera.
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