El 'modus operandi' del detenido era siempre el mismo: se acercaba a mujeres muy mayores a las que tiraba al suelo para posteriormente arrebatarles el bolso y huir, aprovechando que las víctimas, por su edad y por su complexión física, no se podrían defender.
En Formentera se produjeron dos robos de estas características el 4 y el 20 de noviembre. Sin embargo, las víctimas no pudieron ofrecer a las autoridades una descripción del autor.
El detenido era conocido por las fuerzas del orden de la pitiusa menor por ser indigente y para que pudiera ser acogido por Cáritas decidieron comprarle un billete para Eivissa. El individuo desembarcó el 9 de diciembre y el 10 comenzaron los robos con fuerza en Santa Eulària.
Sin embargo, las víctimas de este municipio pudieron ofrecer una descripción del acusado, que junto a las informaciones recibidas desde Formentera y a la colaboración de la policía local y de la ciudadanía permitieron la detención del individuo cerca del mercado de esta localidad, ya que la Guardia Civil de Santa Eulària inició un dispositivo desde el momento en que empezaron los robos para atrapar al presunto autor.
Un hombre relacionó al detenido con el mismo sujeto que había visto días atrás paseando cerca de la plaza del Cañón cuando tuvo lugar otro de los robos y dio el aviso a la Benemérita. Los agentes de este cuerpo, con la colaboración de la Policía Local, organizaron un dispositivo con guardias de uniforme y otros de paisano para atraparlo.
El italiano también está acusado de dos faltas por hurto de varias prendas de ropa, uno realizado el día 14 de diciembre y el otro el mimo día de la detención, que llevaba encima cuando fue apresado. Sin embargo, negó su participación en todos estos hechos y aseguró a los agentes que las prendas eran suyas.
Al parecer, el acusado lleva operando en Eivissa desde junio y cuenta con tres antecedentes en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía. Según fuentes de este periódico, también tiene una orden de busca y captura a nivel nacional en su país de origen.
Tal y como aseveraron fuentes de la Guardia Civil, en este tipo de delitos, es de vital importancia denunciar lo hechos y ofrecer, si se tiene, una descripción del supuesto autor. Sin embargo, las víctimas de estos robos están tan asustadas que ésta está siendo una labor muy difícil para los agentes encargados de la investigación.
Según la información ofrecida por el Instituto Armado, el dinero sustraído alcanza los 600 euros, aunque salvo en el caso de una mujer al que el presunto autor siguió hasta su casa desde el banco para robarle en el portal los 450 euros que llevaba, los robos eran de unos 70 u 80 euros cada vez.
El detenido pasó ayer a disposición judicial. El ministerio fiscal pidió para él la libertad ya que aseguró que no disponía de pruebas suficientes.
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