El sospechoso fue apresado por última vez tras precipitarse por el acantilado de sa Penya.

Carlos R.D.V., un joven argentino de 31 años que en verano de 2004 protagonizó en Eivissa una oleada de atracos a mano armada, ha sumado una nueva condena por el último robo con violencia que perpetró antes de que terminara definitivamente preso. El juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa ha considerado probado que esta misma persona fue la que en la tarde del 20 de agosto del citado año asaltó una librería de Platja d'en Bossa y se llevó 120 euros después de poner a la víctima, una empleada, un cuchillo en un costado. Por ello se le ha impuesto una pena de tres años y medio de cárcel, condena que se une a otras que ya tenía y que en su conjunto alcanzaban los once años de prisión.

El sospechoso fue apresado por la Guardia Civil en un rescate cuando, por última vez, ya había un operativo de búsqueda en torno a su persona. Carlos R.D.V. fue hallado en el acantilado de sa Penya después de que, tras inyectarse una dosis, cayera al vacío. Sufrió graves lesiones craneales que le mantuvieron varios días hospitalizado hasta que se decretó su ingreso en prisión. Ello ocurrió después de que la policía también resolviera cuatro atracos que Carlos R.D.V. llevó a cabo con el mismo 'modus operandi' en céntricas y conocidas tiendas de ropa de Vila. El sospechoso también fue condenado durante esas mismas fechas a otros dos años, que quedaron en suspenso, por un atraco que sufrió la gasolinera de Sant Rafel y que la Guardia Civil resolvió en pocas horas. La carrera de robos en Vila se inició el 15 de julio tras un asalto en un comercio de Ignasi Wallis. En un mes cometió tres robos más. Con ello logró un botín de 2.750 euros. En su último atraco, el ocurrido en la librería, amenazó a la empleada con las siguientes palabra: «Dame la caja. No vayas a gritar. Sólo quiero que me abras la caja. Todos tranquilitos. Sólo quiero el dinero».