P.M.
El Govern, a través de la Direcció General d'Emergències de la Conselleria d'Interior, abandera las quejas de Comunidades Autónomas del Estado contra el Gobierno central por la creación en 2008 de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Las críticas no van dirigidas a la UME en sí misma, sino a la forma cómo se ha gestionado la creación del organismo.

En un informe de la Consellería d'Interior se señala que «Defensa no ha querido dar transparencia a ninguna de sus actuaciones (sobre la UME) y está montando un sistema paralelo al Sistema Nacional de Protección Civil y Emergencias». En otro apartado se escribe: «Tanto la Subsecretaría de Interior como desde la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, y el general Castresana, han manifestado que desde el incendio forestal de Guadalajara se habían dado órdenes del presidente del Gobierno de cambiar el sistema de inmediato, asumiendo la Administración Central un papel que no se corresponde con el actual ordenamiento jurídico». En el informe, Joan Pol, director general d'Emergències, manifiesta que «estamos ante una maniobra política de gran calado que pretende centralizar toda la información y la toma de decisiones para así manifestarse ante la opinión pública como una reacción a la situación anterior pudiendo decidir en cualquier momento el Estado cuándo le interesa o no el dirigir cualquier situación».