Un médico que hasta hace poco trabajaba para un centro de la isla ha sido condenado a pagar una multa de 3.600 euros, así como otros 600 de indemnización, después de que una jueza haya considerado probado que abusó sexualmente de una paciente. La afectada se sometía a un reconocimiento laboral cuando el facultativo «con actitud claramente libidinosa» le tocó un pecho. Durante la causa y en el juicio,el profesional siempre negó este extremo y afirmó haber actuado «profesionalmente». El médico, pese al fallo, no ha sido condenado a penas de inhabilitación, tal y como demandaba la acusación particular.

Los hechos tuvieron lugar en Eivissa el junio de 2006 cuando el médico, un hombre de mediana edad que al parecer llevaba sólo una semana trabajando para el centro afectado, reconocía a los trabajadores de una empresa. El suceso ocurrió sobre las nueve de la mañana después de que el facultativo tomara la tensión a la mujer que denunció los abusos y llevara a cabo una exploración de su garganta, vista y oído. Fue entonces cuando pidió a la paciente que se le levantara la camisa.

«La chica, que no llevaba sujetador, vio cómo el acusado colocaba el fonendoscopio en su pecho izquierdo. Tras breves instantes, retiró el aparato y le acarició suavemente de abajo a arriba el pecho izquierdo», recoge como probado la sentencia.

La paciente se levantó muy alterada y espetó os siguiente al médico: ¿Pero qué hace». Según este mismo relato de hechos, la mujer «se vistió de inmediato, saliendo de la consulta y comunicando a su compañeros, que se hallaban fuera, lo sucedido, a la vez que les advertía de que no entraran». Varios testigos relataron durante la vista oral que la denunciante salió muy soliviantada de la consulta y uno de ellos, en concreto, aseguró que el facultativo salió a continuación de ésta «con cara de culpable».