El vigilante sospechoso recogió en el aeropuerto las sacas con dinero procedentes de Mallorca.

B. ROSELLÓ
La fiscalía solicita imponer la pena de cinco años de prisión y una multa de 3.000 euros al vigilante sospechoso de robar 308.000 euros de los furgones blindados por un delito de apropiación indebida, según reza en el escrito de acusación. El fiscal del TSJB también pide una indemnización para la empresa de 200.000 euros así como el pago de las costas de todo el proceso que se está llevando a cabo.

La empresa para la que trabajaba el encausado de la sustracción, Prosegur Cia de Seguridad S.A., denunció varias irregularidades en la custodia del dinero al desaparecer una de las sacas de dinero en el mes de agosto de 2004. Estas anomalías se constataron en el aeropuerto cuando llegaban importantes cantidades de dinero que tenían que ser custodiadas por los vigilantes de esta empresa. La Guardia Civil realizó numerosas pesquisas desde que se realizó la denuncia, buceando entre los profesionales de la seguridad privada con extrema discreción. Tras estas investigaciones, el vigilante, que por entonces era el presidente de la Asociación de vigilantes de seguridad, fue detenido y puesto a disposición judicial en el mes de marzo de 2005 junto a su mujer, que también trabajaba en el aeropuerto, como supuesta cómplice de la desaparición de 308.000 euros, aunque esta última quedó en libertad tras serle tomada declaración. El acusado, por su parte, pasó a disposición judicial y puesto en libertad bajo fianza de 6.000 euros con el fin de evitar la prisión en régimen preventivo.