La Guardia Civil ha detenido en menos de 24 horas al sospechoso de herir a un taxista de Eivissa en un atraco que tuvo lugar en la madrugada de ayer en el municipio de Sant Joan. El ladrón huyó con un botín cercano a los 180 euros después de enfrentarse con el taxista que le había llevado y ocasionarle una herida en un brazo con un cuchillo para acabar con su resistencia.

El acusado es un joven magrebí de unos 25 años de edad que, al parecer, había causado distintos problemas en Sant Joan y que residía a pocos metros del lugar donde tuvo lugar el robo. El sospechoso llegó a solicitar los servicios de otro taxi mientras el afectado esperaba solo en su coche a que se le pagara la carrera y después del asalto se cambió de camiseta para que nadie le reconociera cuando fuera recogido por el otro vehículo. Los agentes que se encargaban de la investigación trataban al cierre de esta edición de concretar todos estos extremos.

Los hechos se iniciaron en ses Figueretes, lugar donde el sospechoso cogió un taxi sobre las tres y media de la madrugada. El ladrón pidió la taxista que le llevara hasta las proximidades del restaurante ses Arcades. Según la información recogida por este periódico, una vez en el lugar de destino el asaltante rogó al taxista que esperara unos minutos con la excusa de que no tenía dinero suficiente y que debía acercarse a otro sitio a para poder pagarle la carrera. Diez minutos después regresó, pero esta vez llevaba entre sus ropas un cuchillo. El robo se consumó después de que el ladrón se abalanzara contra el taxista y se apoderara del dinero que este profesional del volante llevaba en un costado del vehículo. Fue en estos instantes cuando el agresor propinó una cuchillada a la víctima, momento que aprovechó para huir. Dicha herida fue un corte que finalmente no revistió gravedad al no llegar a alcanzar ninguna vena o arteria.

Todo apunta a que en aquel intervalo el acusado fue al lugar donde residía (situado a unos 50 metros del escenario del suceso) y, al tiempo que se proveía de un cuchillo, realizó una llamada de teléfono reclamando otro taxi sin prever que los dos coches se encontraran, como así ocurrió. El presunto ladrón fue reconocido por el taxista cuando era atendido por un compañero, quien se había desplazado desde Sant Joan después de que el sospechoso hubiera hecho la llamada de teléfono demandando otro taxi. Ello ocurrió cuando la víctima vio en los alrededores a quien identificó como su supuesto agresor, persona que en ese momento vestía otra camiseta distinta a la que llevaba cuando fue recogido en ses Figueretes.

El acusado, al verse reconocido, volvió a huir. Minutos después, una patrulla de la Guardia Civil dio una batida sin que se pudiera localizar al sospechoso, persona que fue apresada a última hora de la tarde de ayer tras concretarse la investigación iniciada por agentes del instituto armado.

Se da la circunstancia de que meses a tras fue atracado otro taxista de Eivissa, caso que fue resuelto también por la Guardia Civil. El sospechoso de este caso, un delincuente habitual de la isla, cumple ya una condena de cuatro años de prisión por este robo.