Al menos una veintena de vehículos aparcan todos los días en este peligroso tramo. Foto: MARCO TORRES

Todos los días se realizan maniobras peligrosas para aparcar en la Avenida de la Paz, en un tramo señalizado y en el que se prohibe expresamente esta tipo de estacionamiento. Ocurre frente a las instalaciones de Can Cantó y Comisaría. La longitud del citado tramo, separado tan sólo por una línea continua, permite que al menos una veintena de conductores se beneficien de que el Ayuntamiento haga la vista gorda, pese a que ello pueda suponer un riesgo para el resto de vehículos que circulen por la Avenida de la Paz desde la rotonda de ses Figueretes a la de Can Misses.

La grúa no retira desde hace tiempo vehículos que, pese a la señalización, quedan aparcados en este lugar sine die y tampoco consta que la Policía Local tramite multas. A ello se ha llegado por la situación de impasse en que se encuentran el Ayuntamiento y el Consell por la titularidad final de esta vía, donde precisamente se proyecta, al parecer, establecer aparcamientos legales una vez que se acondicione la calzada para acabar con los peligros que ahora se generan.

Según las fuentes consultadas por este periódico, existe una cuerdo para que la Policía Local de Eivissa sea la que se encargue de regular el trafico y cubrir todo lo referente con la circulación en la Avenida de la Paz. Todo ello, dentro de los planes que existen para que el Consell termine cediendo la citada vía al Ayuntamiento de Eivissa. Esa a es al menos la intención de la que se habló en su día. Mientras tanto, en la Avenida de la Paz, suele ser habitual encontrarse con conductores que de pronto dan marcha atrás para entrar en uno de estos aparcamientos, otros que se incorporan por sorpresa al carril tras salir de un estacionamiento y con conductores que dan bruscos frenazos al verse sorprendidos por algunas de las anteriores maniobras. Y todo ello suele suceder cuando hay vehículos que circulan a gran velocidad por los dos carriles.