La policía está ahondando aún más en las relaciones que pudiera
tener la pareja de la Marina que se suicidó tras presuntamente
matar a su hijo con el alemán al que testaron sus bienes ante la
posibilidad de que éste pudiera incurrir en un encubrimiento de lo
que iba a ocurrir. Esta hipótesis, que ya se barajó en los primeros
compases de la investigación, ha cobrado fuerza en las últimas
horas después de que Comisaría haya recabado informaciones
indiciarias sobre el hecho de que dicha persona, al parecer,
acudiera a Pompas Fúnebres pocas semanas antes de los decesos para
informarse sobre los procedimientos y precios de las
incineraciones.
Según informaciones recogidas por este periódico, la policía
realizaba indagaciones al respecto con el personal de la funeraria
ibicenca para comprobar estos extremos e intentar no sólo
esclarecer si dicha visita realmente se realizó y si ésta, en caso
de producirse, podía estar directamente relacionada con la muerte
de Werner y Helene Kuck-Zimmermann, así como con el presumible
asesinato de niño que el día cuyo cuerpo sin vida fue hallado iba a
cumplir doce años.
Los investigadores se están enfrentando a un caso muy complicado
de resolver en todos sus aspectos por todos los elementos que han
confluido en esta historia y las distintas dudas que se han
suscitado no sólo por cómo la pareja se dio muerte sino también por
las relaciones que pudieran tener con el hombre al que enviaron una
carta diciéndole que partir del día 15 podía entrar en su domicilio
de la calle Emili Pou.
La incógnita de lo que dicha persona pudiera realmente saber
aumenta con el misterio que ha planteado el hecho de que hubiera
más de 100.000 euros, en fajos de 500, en el piso en el que residía
los Kuck-Zimmermann desde principios del año pasado.
Todos estos puntos forman parte de una investigación en la que
se cree de nuevo indispensable el testimonio del mismo hombre que
avisó a la policía cuando, al parecer, ya se temía lo peor. Fuentes
policiales indicaron anteayer que estaba previsto tomar de nuevo
declaración al amigo alemán de la familia para profundizar en las
distintas hipótesis que se estaban planteando.
Caso complejo
La complejidad del caso también quedó de manifiesto tras hallarse
los cuerpos de la pareja y del hijo que compartían en la noche del
mismo día 15 y producirse durante la investigación distintas
informaciones contradictorias. Los investigadores aún están
pendientes del resultado final de la autopsia después de que la
asfixia y el consumo de pastillas estuvieran relacionados como
causas de la muerte de todos ellos. Todo indica, además, que la
pareja mató al pequeño, al que se supone sedaron, un día o dos
antes de quitarse ellos mismos la vida del mismo modo, usando
siempre bolsas en la cabeza para acelerar la muerte con el consumo
de inhalación del anhídrido carbónico que expiraban. Estas mismas
pruebas confirmaban que el suicido de ambos tuvo lugar ocho días
antes de que se encontraran los cadáveres, hallazgo que fue posible
gracias a la carta que envió la pareja.
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