La tienda desvalijada a las seis de la madrugada del pasado día 1 se halla en la calle Vicente Cuervo.

Un residente magrebí de ses Figueretes, A.E.A., comenzó el año robando. Así al menos lo ha entendido la responsable del juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, que ha impuesto al sospechoso una pena de un año de prisión. El acusado respondía del primer robo que supuestamente se registró en Eivissa en las primeras horas de Año Nuevo, delito ocurrido en una tienda de complementos de moda de la calle Vicente Cuervo.

A.E.A. se enfrentaba en un principio a una condena de siete años y cuatro meses de cárcel porque el fiscal también lo consideró responsable de un segundo robo que tuvo lugar el día 3 de enero en un domicilio de la calle Músico Fermín Marí. De este último robo, A.E.A., por el que se requería la principal pena, de cuatro años y medio de cárcel, ha salido absuelto después de que la magistrada Martina Rodríguez haya considerado que la única prueba que había contra el acusado, de que había sido visto en un portón contiguo a donde ocurrió el suceso, no era prueba suficiente para anular la presunción de inocencia que en la jurisdicción española rige para todo procesado. El sospechoso, que en su juicio aseguró no haber quitado un «alfiler» desde que salió de la cárcel hace ya un año, sí ha sido considerado culpable de haber roto el escaparate de la tienda de moda de la calle Vicente Cuervo, acción en la que saltó la alarma y en la que el ladrón logró huir con un bolso y 150 euros de la caja. El robo se perpetró sobre las seis de la madrugada del día 1 de enero, media hora después de que la propietaria del establecimiento afectado se hubiera ido a dormir y quien se vio repentinamente despertada por la empresa de vigilancia de seguridad que controlaba las alarmas.