A.E.A, un magrebí afincado en ses Figueretes, aseguró ayer en el
juzgado que no ha quitado un «alfiler» desde que salió de la cárcel
ahora hace un año. Sin embargo, ayer se sentó en el banquillo para
enfrentarse a una pena de siete años y cuatro meses de cárcel por
dos robos ocurridos respectivamente en Nochevieja y, dos días
después, en una vivienda de la calle Músico Fermín Marí. La
inocencia del sospechoso quedó en entredicho en su juicio cuando
dos personas le identificaron en ambos casos como el presunto
ladrón.
«Llevaba media hora durmiendo cuando sobre las seis de la mañana
me avisaron de que la luna de mi tienda estaba rota. Al llegar, me
encontré con un vigilante de GPS y con que me faltaban 150 euros de
la caja y un bolso», explicó en la vista la propietaria del
comercio, ubicado en la calle Vicente Cuervo, que fue asaltado en
Nochevieja. Otro vigilante de esta empresa, que acudió al saltar la
alarma, estuvo a punto de atrapar al sospechoso. El vigilante
señaló ayer al hombre que estaba en el banquillo. «Le vi la cara.
Cuando vi su foto en Comisaría estaba seguro al 85%, ahora que está
aquí lo estoy al cien por cien». El segundo robo que se imputa al
acusado se perpetró en la tarde del pasado día 3 en la calle Músico
Fermín Marí. «Yo estaba trabajando de jardinero a esa hora en
Jesús».Sin embargo, A.E.A., a quien constan varias condenas por
robo, se encontró en su defensa con un problema similar. Una vecina
le reconoció desde una ventana como la supuesta persona que
manipulaba una caja de herramientas frente a un domicilio donde el
ladrón, tras forzar las persianas, se apoderó de una colección de
monedas de oro y de un ordenador.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.