La jueza del Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa dejó ayer en libertad a un joven a quien su suegra había acusado de presuntos malos tratos físicos y psíquicos sobre su hija. El acusado fue enviado a prisión con carácter preventivo cuando los hechos fueron denunciados en el juzgado de guardia y ahora ha quedado en libertad a la espera de sentencia.

No obstante, tras escuchar las declaraciones del acusado, su esposa y la denunciante, el fiscal no modificó ayer su escrito de acusación y continúa solicitando una pena de tres años de prisión para el acusado por un presunto de malos tratos en el ámbito familiar.

Este juicio levantó ayer una gran expectación. Muchos familiares del acusado estuvieron esperando en los Juzgados a que acabara el juicio y celebraron su puesta en libertad, aunque aún existe la posibilidad de que el joven acusado por su suegra sea condenado, en el caso de que la jueza atienda la petición del Ministerio Fiscal.

La joven que supuestamente sufre los malos tratos a manos del acusado aseguró también ante la juez que existen prejuicios raciales por parte de su madre hacia la familia de esposo, que es gitano. Los familiares por parte del marido aseguran que la pareja está muy enamorada y que en caso de que la juez dictara una orden de alejamiento no tardarían mucho en quebrantarla, pues no soportarían estar separados durante mucho tiempo.

Saturación
Desde la aprobación en el Congreso de la nueva ley de malos tratos, los juicios por estos delitos están saturando los juzgados de Eivissa, cuyos funcionarios han reclamado sin éxito la creación de un juzgado específico para estos casos, tal y como se ha hecho en los Juzgados de Palma.