El vigilante sospechoso de robar 308.000 euros de furgones
blindados de Prosegur, L.M.D.V., tiene pendiente un juicio en el
Juzgado de lo Social de Eivissa en el que reclama la nulidad de su
despido de esta empresa de seguridad. «Reclamo despido nulo en base
a que vamos a probar que todo lo que ellos argumentan [los
responsables de Prosegur en Eivissa] es falso», explicó ayer el
acusado.
Este juicio tenía que haberse realizado la semana pasada, pero
la representación legal de L.M.D.V. solicitó un aplazamiento que el
juez concedió hasta que se celebre y dirima el juicio penal por el
supuesto robo de los 308.000 euros de los furgones de Prosegur.
En marzo pasado el acusado fue detenido por la Guardia Civil y
puesto a disposición judicial. L.M.D.V., presidente de la
Asociación de Vigilantes de Seguridad (vinculada a CCOO), quedó en
libertad bajo fianza de 6.000 euros hasta que se celebre el
juicio.
Su esposa, también empleada en otra firma de vigilancia y con
puesto laboral en el aeropuerto de Eivissa, también fue detenida,
pero quedó libre rápidamente después de que los agentes le tomaran
declaración.
El acusado siempre ha negado ser autor de cualquier robo y
asegura que todo el dinero que le requisó la Guardia Civil procedía
de negocios limpios. Según los datos recogidos por este diario, el
vigilante detenido, independientemente de lo que determine la
investigación judicial, tenía negocios particulares de compraventa
de caballos.
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