El año con un mayor número de hectáreas carbonizadas fue 1974,
con 3.485,6, mientras que 2002 fue el ejercicio en el que el fuego
causó un daño menor, con 57,82 hectáreas quemadas. La tendencia de
los últimos años ha sido la de la paulatina reducción del terreno
quemado, ya que de las miles de hectáreas afectadas por las llamas
en los 70, se ha pasado a que estas se cuenten por centenares en la
presente década. Así, las hectáreas quemadas en 2003, 2004 y 2005
son 219,09, 139,35 y 336,77, respectivamente.
El incendio más grave registrado este año en Eivissa tuvo lugar
el pasado mes de agosto en el Valle del Morna, un fuego que pudo
ser extinguido tras seis días de trabajo en la zona después de que
las llamas hubieran arrasado una extensión de masa forestal próxima
a las 29 hectáreas. La Guardia Civil abrió una investigación para
determinar el origen exacto de un fuego que, según la hipótesis más
probable que se baraja, se inició como consecuencia de una
negligencia en una casa. Otros graves incendios habidos en los
últimos años en la isla han tenido lugar en Sant Joan, el municipio
de Sant Josep, Cas Mut y la zona de Buscastell. se calcula que las
zonas afectadas necesitarán 30 años para regenerarse.
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