El pescador formenterense murió el pasado lunes a consecuencia del choque entre su llaüt y la lancha deportiva «Besuc», que se llevó por delante al «Brinca». Fue al anochecer y, según los primeros indicios, la causa fue la visibilidad, ya que, al parecer, el «Brinca» no llevaba luces. No obstante, la investigación está en manos de la Guardia Civil, que estudia éste y otros detalles, como el hecho de que el llaüt apareciera, al día siguiente del accidente, en Cala Saona. Salvamento Marítimo, al igual que la tripulación de la lancha dijeron en un principio que el llaüt se había hundido. Además, mientras que algunas fuentes dicen que el llaüt fue hallado anclado a unos metros de la costa, otras indican que estaba a la deriva. Antoni Torres era pescador aficionado, realizaba pesca deportiva cuando sufrió el accidente, no pertenecía a la Cofradía de Pescadores de Formentera, explicó ayer su presidente, José Juan Torres. «No era profesional, era una embarcación de recreo, aunque la muerte es igual de dolorosa para nosotros. No sabemos lo que pasó. Por lo visto el tema es si llevaba luz o no», dijo Juan. El pescador asegura que, año a año, va aumentando el riesgo en aguas de la Pitiusa menor. «Notamos peligro sobre todo en verano, debido a la cantidad de barcos. Hay mucha gente que desconoce el mar, y no hay mucha vigilancia, aquí nadie pide la documentación, rara vez ocurre esto», añadió. «Vienen muchos que no conocen la mar, son yates que llegan de fuera, porque la gente de la islas sí sabemos lo que es la mar, la verdad es que los yates nos dan pánico», apuntó.

Este verano se ha registrado un aumento de los accidentes en los que Salvamento Marítimo ha tenido que intervenir en aguas de Eivissa y Formentera. Además, las Pitiüses son, proporcionalmente, las islas del archipiélago en las que se registran más accidentes. Mientras que del 15 de junio y al 15 de septiembre Salvamento Marítimo ha realizado 96 intervenciones en la isla grande y 22 en Menorca, en las Pitiüses ha realizado 86, una cifra que se incrementa año a año, según el responsable de este organismo en Balears, Miquel Chacón. «En Balears han disminuido las intervenciones, pero en Eivissa y Formentera han aumentado. Se debe al número de navegantes, es pura casuística. Todo está en relación a la cantidad de usuarios de la mar, y casi todo ocurre en agosto», precisó. La mayor parte son accidentes en los que se ve afectada una sola embarcación, «los abordajes son casos extraños, tal vez este ha sido el único de todo el año», añadió Chacón en relación a la muerte de Torres.