El accidente ocurrido ayer por la mañana en el cruce del cementerio viejo de Eivissa. Foto: PAULA PALOMARES

El incremento de la siniestralidad en las calles del casco urbano de Eivissa supone un aumento de más de un 12% con respecto al mismo periodo del año anterior. La Policía Local de Eivissa trabaja ya con datos oficiales que apoyan este dato. A día 19 de septiembre de 2005 se han contabilizado hasta 762 accidentes, una cifra que supera ampliamente a los 678 en los que se intervino el año anterior.

El estudio realizado por la Policía Local, que incorporará a éste uno definitivo a principios de 2006, atribuye un incremento de 114 casos, principalmente a despistes de conductores que bien no se dieron cuenta de las señales o bien no las tuvieron en cuenta por otras circunstancias.

Este hecho coincide con otro factor que también se cree ha influido en el aumento de la siniestralidad: la apertura de nuevas calles y la consiguiente colocación de señales cuya ubicación, muchas veces, no ha sido apreciada por los conductores. Las estadísticas también recogen durante estos meses numerosos accidentes -incluidos también en el capítulo de los despistes- en el que influyó la presencia de personas que iban al volante tras haber ingerido alcohol, así como otros casos donde la velocidad estuvo relacionada con el suceso. De todos los siniestros, sólo uno fue mortal. En él pereció un motorista sin casco que se estrelló contra una farola en la Avenida de España en un suceso ocurrido el pasado mes de agosto. El siniestro se produjo con la calzada mojada y se barajó que la víctima circulara a velocidad inadecuada.

Un nuevo siniestro de circulación tuvo lugar ayer en el cruce del cementerio viejo de Eivissa, una encrucijada que se ha convertido en un «punto negro» del casco urbano de la ciudad y que tan sólo hace cinco días fue el escenario del doble atropello del que fueron víctimas dos mujeres, madre e hija, ambas heridas en el suceso. Ello ocurrió cuando estas dos personas fueron arrolladas en una isleta. Ayer hubo mejor fortuna. Sólo hubo daños materiales. Dos conductores, uno de ellos con un coche alemán, colisionaron en un percance que ocurrió sobre las diez y media de la mañana cuando uno de los vehículos salía del nuevo acceso que se ha abierto en la Avenida Sant Jordi. Al parecer, uno de los coches no respetó la preferencia de paso en una zona en la que los vecinos han denunciado en repetidas ocasiones la ausencia de señalización conveniente y la escasa visibilidad para los conductores. Todo ello en un pequeño tramo en el que confluyen hasta media docena de vías. La Policía Local de Eivissa ha advertido ya en numerosas ocasiones al Ayuntamiento de la peligrosidad de este cruce pero no consta que el Consistorio haya pedido al gabinete técnico de este Cuerpo informe alguno en el que se propongan medidas que sirvan para solventar el problema.