Los robos con violencia en la isla en las que las víctimas son personas a las que se le arrebata un Rólex vuelven a estar de moda. La policía, dos años después de dar por desarticulada un banda a la que se responsabilizó de 25 atracos, está llevando a cabo nuevas investigaciones para esclarecer si varios robos ocurridos en el municipio y en los que de nuevo coincide el hecho de que los afectados portaban relojes de esta marca o de gran valor guardan relación entre sí.

Dichas investigaciones se llevan bajo secreto por lo que no ha trascendido el número exacto de denuncias que han puesto en alerta a la policía. Sin embargo, este periódico sí ha podido averiguar que se han producido robos con violencia con un 'modus operandi' similar a los ladrones que actuaron hace dos temporadas. Dichos robos ha ocurrido ahora tanto en la zona de Marina Botafoch como en todo el Paseo Marítimo de Eivissa, lugares que precisamente fueron escenario hace dos veranos de sucesos de estas características. La denominada 'banda del Rólex' fue desmantelada en agosto de 2003 después de que la policía detuviera a cuatro napolitanos que residían en un piso de ses Figueretes. Los agentes no recuperaron entonces ni un sólo reloj, pero lo cierto es que con el arresto de los sospechosos se acabaron los atracos. Comisaría relacionó a este grupo con otro que se apresó posteriormente en una gran operación antidrogas en la que se decomisaron más de 230.000 éxtasis. Las víctimas eran vigiladas, asaltadas, y golpeadas si ofrecían resistencia, tras ser abordadas por motoristas. Al parecer, varios de los robos que son motivo ahora de investigación también se perpetraron con similar 'modus operandi'.